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Las jornadas educativas en varios colegios del municipio de Jambaló, ubicado en el nororiente del Cauca, fueron suspendidas como consecuencia de los fuertes hostigamientos de grupos armados al margen de la ley contra la Fuerza Pública.
En el ataque más reciente, las disidencias arremetieron contra las instalaciones del Banco Agrario y hurtaron un cajero automático. Además, existen evidencias de que hombres armados han utilizado las infraestructuras de las Instituciones Educativas como refugio y para lanzar ataques en medio de los combates en varias localidades de la región caucana.
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En respuesta, las comunidades indígenas de Jambaló, afirmaron que hasta que no se garanticen medidas de seguridad para salvaguardar la integridad de la comunidad educativa, suspenden las actividades académicas presenciales los días 11 y 12 de septiembre en el colegio Agroindustrial Paletón, Zumbico y las sedes Docente Urbano Mixto y el Bachillerado sede principal.
Wilson Cuetia, uno de los comuneros del territorio, afirmó que los recientes sucesos violentos en la localidad afectan a los menores de edad a nivel psicológico, una situación que también se ha vivido en años anteriores, sin que hayan recibido atención prioritaria por parte del Estado colombiano.
Una situación similar la viven los estudiantes del corregimiento de El Plateado en el municipio de Argelia, ubicado en el sur del Cauca, donde la Secretaría de Educación Departamental ha decidido suspender las clases debido a los intensos combates entre grupos armados al margen de la ley y la estructura Carlos Patiño, disidencias de las Farc.
En el marco de la suspensión de actividades escolares presenciales, se están utilizando estrategias como la virtualidad para que los menores no pierdan conexión con los maestros.
A esta problemática se suma la amenaza de los actores armados al margen de la ley contra los profesores. La última cifra entregada por las autoridades indica que 34 maestros se han visto obligados a abandonar sus lugares de trabajo para salvaguardar sus vidas.
Para el Consejo Noruego de Refugiados, el panorama no es alentador: según la entidad, en el 2023 más de 7 mil niños de ocho departamentos de Colombia resultaron afectados por eventos ocurridos en los colegios o camino a las escuelas.
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