En primer lugar, el jefe de Estado afirmó que espera una “discusión constructiva” del proyecto de reforma fiscal presentado la semana pasada por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, porque confía en no dejar a su sucesor una “bomba de tiempo” en las finanzas públicas.

El mandatario habló de la ‘Ley de Solidaridad Sostenible’, como ha denominado el Gobierno y que le valió una denuncia en su contra por no llamarla reforma.

La iniciativa prevé, entre otros, la ampliación de la base tributaria y gravar con el IVA los servicios públicos de los estratos sociales más altos y para Duque eso es un ejercicio de responsabilidad de cara al futuro porque los beneficios se verán después de que él haya terminado su mandato, en agosto de 2022:

“La idea es actuar con responsabilidad y dejarle a mi sucesor o sucesora unas finanzas públicas que estén saneadas, unos programas sociales dinámicos porque lo más seguro es que el mundo siga viviendo con el COVID-19 aún después del año 2022. Hasta que todo el planeta no esté vacunado nadie puede cantar victoria”.

Según el mandatario, “eso es actuar pensando en el país” porque “solamente los demagogos y los politiqueros son los que dejan incubar bombas de tiempo para que le estallen a otros gobiernos, eso sería apátrida, eso sería no pensar en la sociedad colombiana”.

(Lea también: No se va a aprobar esa reforma tributaria porque es escaso lo bueno que tiene: analista)

Sin embargo el proyecto ha recibido críticas, incluso del expresidente Álvaro Uribe, porque golpea a la clase media al ampliar la base tributaria mediante el cobro del impuesto a la renta a partir del año gravable de 2022 a quienes ganan más de 2,4 millones de pesos mensuales, y en 2023 a los que perciben por encima de 1,7 millones de pesos mensuales.

Además contempla el cobro del IVA, que es del 19 %, a las tarifas de servicios públicos de energía, acueducto y alcantarillado y gas domiciliario para los más pudientes.

Iván Duque considera que solo con esa reforma, con la que el Gobierno puede recaudar 25 billones de pesos que serían destinados a mejorar las finanzas públicas y a financiar los programas de asistencia social, el país podrá hacer frente a los desafíos fiscales que supone la pandemia.

“Por eso esa discusión se tiene que abordar constructivamente en el Congreso de la República”, dijo el presidente, quien señaló que Colombia no es el único país en esa situación porque otros, entre los que citó a Estados Unidos, España, Francia, el Reino Unido, Brasil, Perú, Uruguay y México, “están discutiendo reformas fiscales”.

(Lea también: “Si Carrasquilla hubiera dado la cara, a la reforma le iría mejor; ahora necesita cirugía”)

Agregó que en el Gobierno esperan que el Congreso de la República pueda “enriquecer” el proyecto de ley presentado y están siempre “dispuestos a escuchar propuestas que nos permitan lograr esos dos objetivos”.

En ese sentido subrayó que es necesario “reconocer que la pandemia va a estar por un tiempo prolongado y ningún país va a ser capaz de seguir enfrentando las necesidades de gasto social y de otro tipo de gastos si no estabiliza sus finanzas públicas“.

Lee También

“Este ha sido un país que ha hecho reformas fiscales, por otras razones y en momentos menos azarosos del mundo como el que estamos viviendo”, dijo al citar la que se hizo “en unas circunstancias muy difíciles hace 20 años (…) para que el país saliera adelante” o la de 2016 “que entre otras cosas subió el IVA del 16 al 19 %, que era para financiar el desarme de las FARC”.

(Lea también: Iván Duque justificó su tributaria diciendo que es para los más pobres y necesitados)

¿Qué dicen los congresistas de la reforma tributaria?

Con respecto a las críticas a aspectos de la reforma hechas por distintos partidos, entre ellos el uribista Centro Democrático, al cual pertenece Duque, señaló que es “muy importante que siempre haya principios y propuestas”.

“A mí me parece que (…) la deliberación construye democracia. Los partidos donde no hay deliberación son partidos que están llamados siempre a perder espacios de liderazgo”, afirmó.

En respuesta al proyecto de ley, movimientos de oposición y organizaciones sociales han convocado para el próximo 28 de abril una jornada de protestas que Duque dijo que respeta pero no considera justificadas porque la reforma busca mejorar las condiciones sociales de los más vulnerables.

Según manifestó, las reformas planteadas “lo que esencialmente entrañan es que tengamos una sociedad más equitativa y al mismo tiempo una sociedad que pueda erradicar la pobreza extrema en los próximos dos o tres años”.