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Los dos hechos de orden público se registraron en medio del anuncio del paro armado que hicieron los dos grupos subversivos. Hay temor en zona del Catatumbo.

En la región, azotada continuamente por la violencia, sobre todo los últimos días, también se ha denunciado el desplazamiento de al menos 236 personas.

El poder militar de esta organización subversiva –considerada por algunos analistas como narcos purasangre– alimenta la guerra en el suroccidente del país.

El poder militar de esta organización subversiva –considerada por algunos analistas como narcos purasangre– alimenta la guerra en el suroccidente del país.

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El poder militar de esta organización subversiva –considerada por algunos analistas como narcos purasangre– alimenta la guerra en el suroccidente del país.

A través de los medios, Edwin Contreras difundió un audio con la esperanza de que el niño lo escuche donde lo tengan. También envió mensaje a secuestradores.

En un panfleto, que está siendo verificado por las autoridades, el grupo guerrillero atendió el llamado de los habitantes y ordenó una tregua de tres días en la zona para suspender el paro armado y reactivar el comercio.

La oficina de Naciones Unidas en Colombia detalló que quienes salen de sus territorios no tienen garantías para su retorno, y las demás personas enfrentan “graves restricciones de acceso a servicios, bienes básicos y limitaciones a la movilidad”.

Esa es una de las consecuencias de los enfrentamientos entre el Eln y la banda criminal ‘Los Pelusos’, antiguamente Epl, en Norte de Santander. El comercio, la pérdida de cosechas, desabastecimiento y las misiones médicas también se han visto afectados.

El Ejército Popular de Liberación (Epl) difundió un comunicado en el que asegura que acogió el llamado de los campesinos del Catatumbo para detener las acciones de violencia, y pide el Ejército Nacional de Liberación (Eln) hacer lo mismo.

Jaime Alberto Gualdrón Araque falleció en medio de un enfrentamiento con integrantes de ‘Los Pelusos’, un reducto de la desmovilizada guerrilla del EPL, en la localidad de San Pablo, en el municipio de Teorama, departamento de Norte de Santander.

El hecho se dio en la vereda El Zumbador del municipio de Gramalote, en donde se presentó un hostigamiento con ráfagas de fusil por cerca de 10 minutos contra militares del Ejército Nacional. Ningún soldado resultó herido.

El enfrentamiento se dio mientras los militares escoltaban una misión de la ONU en el municipio de Hacarí, Norte de Santander.

Al parecer, disidencias de las Farc y guerrilleros del Epl se habrían enfrentado a bandas criminales por el control del Cerro Tijeras.