El hecho ocurrió como parte de la operación de control territorial ‘Medusa’, con la que las autoridades buscan garantizar los derechos de la población que está en medio de los combates entre la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL), que para el Gobierno es apenas una banda criminal dedicada al narcotráfico.

Desde hace varias semanas, el ELN y el EPL sostienen enfrentamientos por el control territorial del Catatumbo que han dejado varios muertos en ambos bandos y que, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), han afectado a 20.300 personas.

El pasado 21 de marzo el Eln aseguró que los combates comenzaron porque el grupo Los Pelusos le “declaró la guerra”.

En un comunicado, el ELN aseguró que el EPL dio a conocer que confrontará “sin ninguna consideración” cualquier grupo que esté en la zona para recuperar lo que consideran su “territorio y su gente”.

El pasado 14 de marzo, campesinos de San Pablo exigieron en un mensaje a los grupos armados ilegales que se retiren del perímetro urbano del caserío, después de que dos de sus habitantes fueran heridos por balas perdidas en un tiroteo al parecer entre guerrilleros frente al colegio local.

El Catatumbo, extensa región selvática situada en la frontera con Venezuela, es una de las zonas más convulsas de Colombia por la presencia de diferentes grupos guerrilleros, bandas criminales y narcotraficantes y es además una de las áreas con más cultivos de coca del país.

De esta región, también una de las más pobres y olvidadas de Colombia, hacen parte los municipios de Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú.

Con EFE.