Cabe recordar que la disputa por el control del territorio estratégico para la producción y el comercio de cocaína mantiene el enfrentamiento entre ambos grupos.

Ante eso, el Epl asegura que tiene propuestas para discutir sobre “el territorio, su regulación y defensa”, además del “narcotráfico y el conflicto armado en la región” para, según dicen, identificar las soluciones a “estos graves problemas que padece la región del Catatumbo”.

Los combates entre las dos guerrillas en Norte de Santander, que llevan varias semanas, motivaron que los habitantes de los municipios San Calixto, El Carmen, Hacarí, Sardinata, Convención y El Tarra se movilizaran para pedirle a los grupos armados que se retiraran del casco urbano para vivir en paz, y detuvieran los enfrentamientos.

En el documento señalan que acogen “el llamado de la comunidad Catatumbera del diálogo y un cese al fuego”. Y agregan:

“Nuestras fuerzas reciben en el momento las instrucciones al respecto y la orden es cesar todo enfrentamiento con el Eln. Esperamos del Eln consecuencia con este llamado que fervientemente realiza la comunidad”.

El Epl agrega en el texto que aspiran que los enfrentamientos no sigan presentándose y proponen “un diálogo fraterno, autocrítico y en pie de igualdad de ambas organizaciones, principalmente de sus direcciones, a fin de dar termino y punto final a esta confrontación que para anda puede reconocerse como justa, legítima y ajustada al interés popular”.

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En el último reporte de la ONU los combates entre las dos guerrillas habían causado el desplazamiento de cerca de 2.500 personas y más de 3.000 confinadas en el municipio Convención, en el noreste de Colombia, “incluyendo comunidades indígenas” con acceso restringido a comida y servicios de salud y educación.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en Colombia había denunciado en principio que 1.350 personas huyeron de la zona conocida como el Catatumbo, donde se concentra gran cantidad de narcocultivos. Sin embargo, la situación empeoró y el número de personas afectadas sigue creciendo.

“No hay garantías de seguridad para el retorno de las comunidades”, subrayó el organismo en un informe.

El Eln es la última guerrilla activa reconocida por el gobierno, con el cual dialoga para firmar la paz. Por su parte, el reducto de la desmovilizada guerrilla maoísta Epl es una organización implicada en el narcotráfico también conocida como ‘Los Pelusos’.

Con información de AFP.