Al anochecer de este miércoles, Caracol Radio informó que los responsables fueron integrantes del Epl, que mantienen una lucha constante por el control de la región con el Eln.

Según ese medio, los insurgentes incineraron un primer vehículo de carga en La Sanjuana, en zona rural del municipio de Sardinata, y luego procedieron a hostigar a vehículos particulares e incendiar otros dos camiones a unos 20 kilómetros de allí, sobre la vía Cúcuta-Ocaña.

La cadena radial agregó que el Epl también “ordenó la suspensión de obras viales en la zona” y “anunció un paro armado que restringe la movilidad en la zona norte del departamento, afectando al transporte público, de carga y además ordenando el cierre del comercio y suspensión de actividades educativas”.

Los combates entre los dos grupos criminales dispararon el desplazamiento de personas en la región esta semana, más específicamente en la zona rural de La Arenosa, cercana al municipio de Ábrego. Los desplazados caminaron durante una hora hasta llegar a la aldea de El Espejo, en la vecina la localidad de Bucarasica, donde siguen “hacinados en la escuela pública” mientras reciben refrigerios y ayuda psicológica, explicó por teléfono a Efe el secretario general de la alcaldía del municipio de Bucarasica, Javier Velandia.

El funcionario recalcó que todavía no conocen el número exacto de personas desplazadas porque los enfrentamientos entre ambos grupos todavía se mantenían en la zona. “En octubre del año pasado ya se dio un desplazamiento masivo por esa misma zona y a pesar de que la situación se había calmado, ayer recibimos la noticia” de los nuevos combates, señaló Velandia.

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Parte del municipio de Ábrego está en la región del Catatumbo, región fronteriza con Venezuela y una de las más violentas del país por las constantes acciones armadas del Eln, las disidencias de las Farc, grupos de narcotraficantes y un reducto del Epl, considerado por el Gobierno como una banda criminal.

El analista político Henry Ortega, del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), explicó a Efe que el desplazamiento en el Catatumbo es “intrarregional”, con familias enteras que se trasladan “de pueblito a pueblito” a causa de la disputa territorial “sangrienta” entre los distintos grupos armados ilegales que buscan el control del narcotráfico y de las rutas para exportar la droga.

“No se veía una situación así de violencia directa sobre la población civil desde el año 2000 con la incursión de los paramilitares en la región”, lamentó Ortega