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Subeditor     Sep 19, 2025 - 6:54 am

Entre el 10 y el 14 de octubre de 2025 la regasificadora del Pacífico Spec entrará en su mantenimiento anual, lo que generará un impacto significativo en el suministro de gas en Colombia.

Durante esos días, la prioridad del abastecimiento será para la demanda esencial: hogares, pequeños comercios, estaciones de compresión, Gas Natural Vehicular, refinerías y el servicio público de energía en el Caribe, con el fin de evitar apagones.

Posteriormente se atenderán las plantas térmicas, dejando por fuera al sector industrial, que será el más afectado.

De acuerdo con gremios como Andeg y Asoenergía, la falta de gas disponible provocará racionamiento en la industria, con reducciones de hasta 20% en la costa y 40% en el interior del país.

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“Puede que alguna industria baje la demanda y puede que haya un poco de inyección adicional de gas, pero se está dando prioridad a la generación térmica sobre la industria. Entonces al haber cambiado esa prioridad la industria se está descuidando”, dijo a Portafolio Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía.

Esto se debe a que la prioridad cambió hacia la generación de electricidad para garantizar la estabilidad energética. La escasez también podría generar un aumento en la inflación, ya que mayores costos energéticos impactarán en el Índice de Precios al Productor (IPP) y, posteriormente, en el de Consumo (IPC).

Líderes del sector, como Vanti y Promigás, resaltaron que el país necesita fortalecer su infraestructura gasífera para evitar que futuros mantenimientos causen restricciones tan severas y afecten la productividad y el empleo.

Por qué industrias se verán afectadas ante racionamiento de gas

Las industrias en Colombia se ven fuertemente afectadas por el racionamiento de gas porque este recurso es una de las principales fuentes de energía para sus procesos productivos. El gas natural se utiliza tanto como insumo directo en la fabricación de productos, como en la generación de calor, vapor o electricidad para el funcionamiento de maquinaria.

Cuando se reduce el suministro, las plantas industriales no pueden operar a plena capacidad, lo que disminuye la producción, genera retrasos en la entrega de bienes y afecta la competitividad en los mercados nacionales e internacionales. Además, en un contexto de encadenamiento productivo, la falta de gas en un sector repercute en otros, provocando un efecto dominó en toda la economía.

Otro impacto importante del racionamiento es el aumento en los costos de producción. Ante la escasez de gas, las empresas deben recurrir a fuentes energéticas alternativas, como el diésel o el carbón, que suelen ser más costosas y menos eficientes.

Este cambio no solo incrementa los gastos operativos, sino que también puede elevar los precios de los productos finales, afectando al consumidor y generando presiones inflacionarias. Al mismo tiempo, las industrias deben absorber gastos adicionales asociados a paradas técnicas, ajustes en las líneas de producción y la búsqueda de nuevos proveedores de energía, lo que deteriora su rentabilidad.

Finalmente, la falta de gas también tiene un impacto social y laboral. La reducción en la producción obliga a algunas compañías a disminuir turnos de trabajo, suspender contratos temporales o incluso implementar despidos, lo que incrementa el desempleo y afecta la estabilidad de miles de familias.

A largo plazo, si el problema persiste, disminuye la confianza de los inversionistas y se frena el crecimiento industrial. Por eso, garantizar un suministro constante y suficiente de gas es clave para mantener la productividad, la estabilidad económica y el desarrollo industrial del país.

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