En Europa, la gripa se presentó de forma temprana este invierno y los expertos advirtieron que la temporada será especialmente dura debido a la circulación de una variante del virus de la influenza A, conocida como H3N2 subclado K.
Aunque algunos la llamaron supergripa, este término no fue médico ni implicó que el virus fuera más peligroso, sino que la población tenía menor inmunidad porque había tenido poco contacto con esta variante en años recientes, detalla la BBC.
Por ejemplo, las autoridades sanitarias del Reino Unido informaron de un fuerte aumento en hospitalizaciones. A comienzos de diciembre, el promedio diario de pacientes ingresados con gripe superó los 2.600, un incremento del 55 % frente a la semana anterior, y las proyecciones señalaron que los casos hospitalizados podían llegar hasta 8.000, añadió ese medio.
El aumento también se registró en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, y varios hospitales reportaron una fuerte presión sobre sus servicios. Algunas escuelas incluso retomaron medidas preventivas similares a las del COVID.
El NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido) recordó que las vacunas contra la influenza son eficaces contra esta variante y son claves para prevenir los cuadros graves, apuntó esa cadena.
La vacunación gratuita se ofreció en ese país a mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas, embarazadas, cuidadores, trabajadores de la salud y niños.
¿Cómo está la vacunación en Latinoamérica?
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó sobre el aumento de la circulación del virus de influenza A(H3N2), subclado K (J.2.4.1), y pidió a los países reforzar la vigilancia epidemiológica y acelerar las campañas de vacunación, especialmente entre adultos mayores y personas con factores de riesgo.
La advertencia se dio ante la posibilidad de una temporada de enfermedades respiratorias más temprana o más intensa durante 2025 y 2026, en particular en el hemisferio norte.
Según la OPS, este subclado del virus se expandió rápidamente en Europa y en varios países de Asia, donde ya representó una proporción significativa de los virus A(H3N2) analizados.
En Norteamérica, especialmente en Estados Unidos y Canadá, también se observó un aumento de los casos, lo que reforzó la preocupación de las autoridades sanitarias internacionales por el impacto que podría tener la influenza en los sistemas de salud.
En contraste, la OPS señaló que en América del Sur aún no se había registrado una circulación masiva similar del subclado K, de acuerdo con los reportes más recientes y con la información disponible en la plataforma GISAID, que recopila datos globales sobre la gripe.
No obstante, la organización insistió en la importancia de no bajar la guardia y fortalecer las medidas de prevención. En ese contexto, los ministerios de Salud recordaron que la vacuna contra la influenza es gratuita para algunos grupos poblacionales, como los niños menores de dos años, y reiteraron el llamado a vacunarse de manera oportuna para reducir el riesgo de complicaciones graves.
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