El titular de la cartera tomó la vocería del Gobierno Nacional luego de que Gustavo Petro se hubiera reunido con los jefes de las altas cortes para limar asperezas, pues el gobernante había dicho que “era el jefe” de Francisco Barbosa, fiscal general de la Nación.

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Esas palabras causaron malestar en la rama judicial, que se pronunció posteriormente asegurando que el mandatario había hecho una errada interpretación del artículo 115 de la Constitución y de la separación de poderes.

En consecuencia, el jefe de Estado convocó al encuentro para reconocer que se había equivocado, según lo dio a entender el ministro de Justicia, uno de los que estuvo presente en el mismo.

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“Fue una reunión amable, cordial y franca en la que quedó claro que el Gobierno no tiene ni quiere tener ninguna fricción con el poder judicial en el respeto de su autonomía e independencia”, dijo Osuna en rueda de prensa.

Y agregó que el Gobierno “está abierto a escuchar a todos los jueces de la República y a los magistrados de la Corte (Suprema) y del (Tribunal) Constitucional”.

Por último, le bajó la caña al incidente de Gustavo Petro con Francisco Barbosa:

“Si hubo alguna pequeña fricción de coyuntura que pudo causar alguna llamarada en la opinión pública, ya está completamente superada”.

Entre tanto, Barbosa, que durante la reunión estaba en Perú, no ha parado de despacharse en contra de Petro y hasta lo retó a a que lo declare insubsistente si es que en realidad se considera su jefe, motivo por el que lo mandó a leer la Constitución y a no decir “sandeces”.