Después de que Gustavo Petro llegó a la presidencia de la República en agosto de 2022, los procesos electorales que siguieron se han usado como rasero para medir la influencia del mandatario sobre las bases progresistas y su popularidad frente a la ciudadanía en general. Así ocurrió con las elecciones regionales de 2023 y acaba de pasar hace una semana con las elecciones para los Consejos Municipales y Locales de Juventud. Por eso, la consulta del Pacto Histórico de este domingo para elegir su candidato a la presidencia también se antoja como un referendo sobre el mandatario y su gestión a menos de un año de que termine este Gobierno.
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En las elecciones regionales de 2023 para escoger 1.102 alcaldes y 32 gobernadores, los colombianos dieron una muestra de sus aspiraciones más alineadas con preocupaciones como la seguridad y la economía familiar, y se inclinaron por candidatos que representaban estabilidad y lo conocido, asociados o caracterizados por resolver problemas cotidianos de los ciudadanos. En estas elecciones no se reflejó la idea de cambiar al país, es decir, la oferta del progresismo con la que Petro llegó a la presidencia.
Por el contrario, fueron estruendosas sus derrotas especialmente en Bogotá, en donde su alfil y candidato, Gustavo Bolívar, perdió frente a Carlos Fernando Galán, y hasta fue relegado a un tercer lugar después de Daniel Oviedo. El petrismo también sufrió derrotas en Medellín, donde ganó el derechista Federico Gutiérrez (para muchos, un triunfo del uribismo); Barranquilla, en donde ganó Alejandro Char; Cali, a cuya alcaldía llegó la oposición con Alejandro Éder, y Bucaramanga, que quedó en manos de un alcalde de corte bukelista: Jaime Andrés Beltrán.
Ante el hecho concreto y sin antecedentes de que Petro era el primer presidente de izquierda en Colombia y que en el Congreso de la República el Pacto Histórico (la coalición que lo llevó al poder) fue la fuerza mayoritaria, no hubo cómo explicar que en esas elecciones regionales de 2023 el petrismo no hubiera tenido peso específico: no ganó de manera directa ni respaldó al vencedor de ninguna ciudad grande, solo retuvo las gobernaciones de Nariño y Magdalena, y no fue mayoría en ninguna asamblea departamental o concejo municipal. Unos sectores vieron esto como voto de castigo a Petro; otros justificaron la derrota en el hecho de que el petrismo era un movimiento sin mucha experiencia ni proyección nacional.
Una sensación parecida, dejaron las elecciones para los Consejos Municipales y Locales de Juventud que tuvieron lugar hace una semana, en las que los partidos tradicionales se impusieron a la izquierda. La lista habla por sí sola: Partido Liberal, 10,17 % de los sufragios (147.674 votos); Partido Conservador, 6,78 % (98.453 votos); Centro Democrático, 5,81 % (84.476 votos); Cambio Radical, 5,42 % (78.688 votos); Alianza Verde, 4,49 % (65.200 votos); Partido de La U, 4,10 % (59.538 votos); Partido MIRA, 3,39 % (49.219 votos); Nuevo Liberalismo 3,19 % (46.416 votos). Y la Colombia Humana, movimiento político del presidente Petro, 1,63 %, con 23.707 votos.
Si se considera que el discurso y las consignas del presidente Petro habían calado muy profundo entre los jóvenes, que fueron unos de sus principales electores, la jornada electoral del domingo pasado se leyó también como un traspié para el Gobierno en particular y el petrismo en general. El bajo porcentaje de votos por la Colombia Humana indicaría que las arengas progresistas y la realidad de tres años de gobierno que predica los aspectos sociales y ambientales sin mayores resultados concretos recibieron un castigo. “A la izquierda nos fue mal, pésimo, no podemos tapar el sol con las manos. Terrible resultados”, dijo Gustavo Bolívar.
Consulta de Pacto Histórico, referendo sobre Gustavo Petro
Por eso, lo que ocurra este domingo con la consulta del Pacto Histórico para elegir a su candidato presidencial entre Iván Cepeda y Carolina Corcho (únicos dos precandidatos ante la salida de Daniel Quintero, aunque también aparecerá en el tarjetón y será contado), se entenderá por muchos sectores como un referendo sobre el presiente Petro y su Gobierno. Con independencia de quién gane (Cepeda o Corcho), el grado de participación será interpretado como una medida de la magnitud de la influencia del mandatario en sus propias bases. Los resultados se leerán también —igual que los otros procesos electorales— como un respaldo o una derrota del presidente.
En la jornada de este domingo se medirán asimismo unos 800 precandidatos del Pacto Histórico que aspiran a llegar (unos con la intención de repetir) al Congreso de la República como representantes a la Cámara o senadores. Se establecerá el orden en que quedarán sus nombres en las listas que se pondrán a consideración de los electores en las elecciones legislativas del 10 en marzo de 2026. Todo esto con una cifra de participación en la consulta de este domingo que tiene en mente el presidente Petro: tres millones de participantes.
Semejante volumen indica, de entrada, que los resultados mostrarán la capacidad de mover las bases progresistas, porque se van a contar. Así, funcionará como un termómetro político con miras a las elecciones presidenciales de 2026, midiendo qué tan calientes o fríos están los liderazgos de izquierda en relación con la ciudadanía, incluso, por supuesto, el del presidente Petro. Esto es más importante si se considera que la capacidad de movilización de la consulta será puesta a prueba justo cuando los partidos tradicionales afinan sus estrategias electorales, con factores determinantes como la absolución del expresidente Álvaro Uribe.
En todo caso, el presidente Petro encontró la manera de calentar la consulta del Pacto Histórico desde este viernes, cuando convocó a una movilización con el fin de recoger firmas para su trillada constituyente, como respuesta al fallo judicial que favoreció a Uribe. El volumen de participación en la jornada de este domingo, por otro lado, reflejará si la pelea que viene escalando con el presidente estadounidense Donald Trump está cumpliendo uno de los propósitos que se trazó: movilizar no solo las bases petristas, sino otros sectores a los que busca estimular con el nacionalismo. El rechazo a la forma como el jefe de Estado maneja las relaciones con Estados Unidos podría desestimular la participación en la consulta, no entre sus seguidores, sino entre otros sectores.
Todos estarán pendientes de lo que pase este domingo con la consulta del Pacto Histórico, especialmente con Cepeda y Corcho, pues el ganador irá a la consulta interpartidista del frente amplio pare escoger finalmente en marzo del año entrante el candidato de la izquierda y la centroizquierda. Pero las miradas también estarán puestas en lo que la consulta significa para el presidente Petro, si acusa o no desgaste cuando a su mandato ya le cae la tarde. Lo mismo ocurrirá con las elecciones legislativas y, por supuesto, las presidenciales, así él no participe.
¿Qué dijo Gustavo Petro sobre tensión entre Estados Unidos y Ecuador?
El presidente Gustavo Petro encabezó en Puerto Asís, Putumayo, el acto protocolario de destrucción de material bélico entregado por la disidencia conocida como Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB), como parte de los avances hacia la paz total.
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