Lo que comenzó como una cita para aclarar malentendidos entre adolescentes terminó en un crimen que hoy estremece a la localidad de Usme. David Esteban Nocua Monroy, estudiante de noveno grado, fue asesinado brutalmente tras ser conducido a una zona boscosa por su exnovia y el actual novio de ella, ambos menores de edad.
David fue reportado como desaparecido el pasado 8 de mayo, luego de salir de casa para reunirse con su excompañera sentimental, una joven de 15 años. Según la familia, desde el primer momento hubo inconsistencias en la versión entregada por la menor, quien cambió varias veces su relato sobre el lugar y las circunstancias del encuentro.
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Dos días después, el cuerpo del joven fue hallado sin vida cerca del río Tunjuelito. La escena causó más preguntas que respuestas, pero su familia no se detuvo. Durante su propia búsqueda, lograron obtener grabaciones de cámaras de seguridad que mostraban a David caminando junto a la joven y su nuevo novio rumbo al área donde sería encontrado muerto.
Con la evidencia en su poder, las autoridades iniciaron una investigación que permitió capturar a los dos implicados el viernes pasado. Ambos adolescentes, quienes cursaban estudios en el mismo colegio que la víctima, confesaron su participación en el crimen, revelando que se trató de una emboscada premeditada.
En su testimonio, el joven de 14 años que acompañaba a la exnovia de David narró con detalles el momento del ataque. Según su versión, tras una caminata hacia una zona despoblada, la joven pidió vendarle los ojos a David bajo el pretexto de darle una sorpresa. Fue en ese instante cuando ella sacó una navaja y lo apuñaló sin previo aviso.
El acompañante afirmó que fue obligado a colaborar bajo amenazas. “Ella me dijo que si no la ayudaba, yo sería el siguiente”, relató ante las autoridades.
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Este caso ha destapado una historia aún más compleja. La joven señalada como autora material del asesinato habría tenido antecedentes de salud mental y, según la madre de la víctima, había sido internada en un centro de atención luego de un intento de suicidio.
Precisamente, fue David quien en su momento evitó que ella atentara contra su vida, pero lejos de fortalecer su vínculo, la relación se tornó agresiva.
“Desde entonces lo trataba mal, incluso le decía que no debió haberla salvado”, contó Lizeth Juliana, madre del menor asesinado.
La adolescente habría escapado del centro de rehabilitación pocos días antes del crimen, retomando contacto con David, quien accedió a encontrarse con ella.
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Hoy, la familia de David exige que el caso no quede impune y que las autoridades judiciales actúen con rigor, pese a que los implicados sean menores de edad. El caso ha generado una fuerte reacción en la comunidad educativa y en los vecinos de Usme, quienes piden reforzar los protocolos de salud mental y prevención de violencia en adolescentes.
Mientras tanto, la Fiscalía avanza en la judicialización de los responsables, y se espera que en los próximos días se definan las medidas que enfrentarán los dos jóvenes implicados en uno de los crímenes más estremecedores registrados recientemente en Bogotá.
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Homicidios reportados en Colombia
El siguiente mapa, desarrollado por Esri Colombia, muestra información de homicidios reportados en Colombia por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
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