En las principales ciudades del país es cada vez más común ver la construcción de edificios de seis pisos (en los que caben hasta 20 apartamentos) o conjuntos residenciales con cientos de viviendas.
Aunque muchos de los que viven allí son propietarios, también es muy común que sean arrendados. Sin importar la situación en la que se habite hay algo inobjetable: se deben cumplir las decisiones tomadas y escritas en el manual de convivencia.
La abogada Nora Pabón Gómez explicó que “una vez aprobado el manual de convivencia por la asamblea general de propietarios, es de obligatorio cumplimiento para todos los propietarios, tenedores u ocupantes transitorios o permanentes, así como del personal de administración o externo contratado, como el de vigilancia y aseo”, en El Tiempo.
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Sin embargo, la responsabilidad también es de los administradores de cada propiedad horizontal, que, normalmente, se eligen por votación cada uno año. “Es obligación de la administración y del consejo divulgarlo e informar a todos los propietarios de su vigencia y de que se exigirá su estricto cumplimento”, explicó la abogada.
“Es importante recordar la importancia de que los edificios y conjuntos de cualquier uso o de uso mixto redacten y aprueben su manual de convivencia que, sin tener el respaldo legal ni la jerarquía del reglamento al cual se debe sujetar, tiene mayor flexibilidad y detalle y en todo caso está aprobado por el órgano competente y sus regulaciones se desprenden del reglamento y de la ley”, añadió.
A los administradores también les cae una gran responsabilidad. De hecho, en muchos casos, las persona que tienen este trabajo son elegidas con gran minuciosidad porque se han conocido casos de personas que se roban el dinero y desaparecen.
A los hombres y mujeres que se encargan de velar por el cumplimiento de las reglas, también les caen varias acciones que, si no cumplen, serán multados.
“En lo que se refiere a la conducta omisiva del administrador, este responderá no solo por no cumplir con sus obligaciones pactadas en el respectivo contrato, de lo cual debe ser informado el consejo de administración y si es necesario la asamblea, así como de conformidad con lo señalado en el artículo 50 de la Ley 675 de 2001″, señaló Nora Pabón.
Crisis por apartamentos y conjuntos residenciales en Colombia
Desde el segundo semestre del 2022, las constructoras han empezado a tener una baja venta de los proyectos de vivienda en diferentes ciudades del país.
Generalmente, estas se enfocan en construir edificios o conjuntos residenciales y adecúan todo para que la administración de los conjuntos sea la más óptima.
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Son varias las razones por las que hay una crisis en el sector de la construcción. El incremento de los materiales de construcción, las altas tasas de interés de los bancos que no motivan a muchos colombianos a comprar vivienda y las recientes modificaciones en los créditos que da el Gobierno son algunas de las causas para lo que sucede actualmente.
Por ahora no hay una solución para esta situación, pero quienes están pagando sus viviendas desde años atrás confían en que se logre el punto de equilibrio de los proyectos y así puedan tener su casa o apartamento propio.
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