Así lo reportó La República, que señaló que la inflación, la variación del precio del dólar y los costos de los arriendos están complicando a restaurantes como La Lonchera y Spoleto, que han tenido caídas en sus ventas.
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El gerente y dueño de La Lonchera, Gabriel Calderón, le dijo al medio que también los hábitos de consumo de los clientes cambiaron y ellos han sentido el golpe.
“Estamos ahogados por el aumento del IPC en los arriendos, el aumento de la DTF en los créditos y la competencia desleal de las cocinas ocultas. […] Las personas, luego de la pandemia, prefieren salir a comer una vez a la semana a restaurantes con platos que les sale humo y ofrecen una experiencia, en lugar de salir dos o tres veces a comer en establecimientos como los nuestros”, declaró en el medio.
Algo similar le sucede a Spoleto, restaurante de pastas al que se le ha reducido el consumo en sus puntos de ventas en un 10 %, señaló su gerente, Bryan Rozo, al periódico.
La situación es tan crítica, que si no mejora para La Lonchera, el negocio entraría en reorganización, proceso al que ya se acogieron Presto, Oma y Sierra Nevada.
Qué pasa con los restaurantes en Colombia
Según el informe Food Service Report, de GIG Latam, las ventas y las transacciones de los restauranteros han venido en picada desde enero, aunque la peor baja se reportó entre abril y mayo de 2023, mostró La República en una gráfica.
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Además, desde finales de 2022 y el primer semestre del 2023 se ha reportado un aumento de 20,1 % en el precio de los alimentos, que ha llevado a los empresarios a incrementar el costo de su menú.
Lo peor del caso es que la situación no parece mejorar, pues por los fenómenos climáticos y las crisis ambientales se espera que más alimentos suban el valor.
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