Escrito por:  Redacción Economía
Jul 17, 2023 - 12:10 pm

Algunos establecimientos que venden alimentos en el país pasan un mal momento por la inflación y las secuelas de la pandemia. Marcas reconocidas como Presto, Oma, Sierra Nevada y Don Jediondo ha sentido afectaciones en sus finanzas y han tenido que tomar medidas urgentes para no quebrar.

(Lea también: Oma y Presto tendrán gran cambio: Supersociedades tomó decisión por crisis que sufren)

El caso más reciente es el de Oma y Presto. Las sociedades Restcafe y Frayco, dueñas de las respectivas marcas, le solicitaron a la Superintendencia de Sociedades que les permitiera entrar en reorganización debido a que atraviesan graves dificultades financieras.

La entidad aprobó dicho plan, que busca proteger la continuidad del negocio y el empleo, así como los derechos e intereses de los proveedores, acreedores y arrendadores. La inflación, el costo de los insumos, la caída del consumo y otros factores fueron determinantes para que los dueños de esas marcas solicitaran la reorganización.

Pero no solo Oma y Presto pasan días difíciles. Sierra Nevada, que administra la marca de la popular cadena de hamburguesas, fue admitida en el proceso de reorganización empresarial por la Supersociedades.

Esa firma tiene pasivos con más de 90 días vencidos y eso da cuenta de la profunda crisis. De acuerdo con La República, el valor de las deudas es de 2.013 millones de pesos.

Además, meses atrás, la Supersociedades aceptó el acuerdo de reorganización de la cadena de restaurantes ‘Don Jediondo sopitas y parrilla’. El proceso avanza correctamente y el comediante explicó recientemente qué pasa con su negocio.

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El presidente ejecutivo nacional de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica, Guillermo Henrique Gómez, manifestó en diálogo con Bloomberg Línea que las cadenas de restaurantes se han visto afectadas por la subida del precio de los alimentos y las materias primas.

“No hemos visto en la industria que los precios de los alimentos hayan bajado, siguen aumentando y nosotros no le podemos aumentar el precio de venta al cliente ilimitadamente, porque en la medida en la que subimos precios la gente deja de consumir en restaurantes y lo hemos visto a lo largo del año”, dijo en el citado medio.

Además, de acuerdo con Gómez, desde el gremio han medido que en el primer semestre de este año el consumo en restaurantes tuvo una caída de un 30 %. Esa situación ha golpeado con fuerza las finanzas de diversos establecimientos.

“Eso es muy fuerte para el sector gastronómico. La razón fundamental es porque la presión inflacionaria nos ha llevado a un aumento de precios que ha desestimulado el consumo en establecimientos gastronómicos. Así es muy difícil y pues las empresas buscan alternativas para mantenerse porque hay una vocación empresarial a que los negocios persistan en el mercado”, detalló.

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