La revelación la hizo Semana y allí dieron a conocer testimonios de consejeros y exconsejeros de distintas cajas de compensación que aseguran haber conocido sobre supuestas presiones que viene desempeñando el superintendente de Subsidio Familiar, Luis Guillermo Pérez, sobre algunas cajas del país.
Dice la publicación que las personas que prendieron las alarmas, de las que no hay nombres, tuvieron que abandonar sus puestos de trabajo por presiones del funcionario. La razón es que uno de los propósitos de él sería “sacar personas que no comulgan con las ideas del Gobierno” y “buscar recursos en las cajas de compensación del país, es decir la plata de los trabajadores, para la ‘paz total’ y hasta hacer modificaciones al sistema de salud”, dice el medio ya mencionado.
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Las personas que están cercanas a las cajas de compensación señalan que una muestra de los hecho fue la intervención a Comfenalco Antioquia, que está entre las seis más grandes cajas de compensación del país. De hecho, en el Gobierno de Petro van seis intervenciones y, llama la atención, todas han sido con el mismo interventor.
Sobre el caso concreto de Comfenalco Antioquia, la intervención fue por un dinero que, dice la Supersubsidios, está refundida, mientras que la caja responde que está en una fiducia. Será un trámite que durará 12 meses resolverse.
Sin embargo, la presencia de esta entidad en otras cajas de compensación sí han sido respaldadas por investigaciones en las que se ve un mal uso del dinero que debería ser aprovechado para el beneficio de los trabajadores, pero no ha sido así.
¿Están cambiando las cajas de compensación familiar en Colombia?
Las cifras más recientes indican que en el país hay más de 10 millones de personas, con sus respectivas familias, que son afiliadas a alguna de las 42 cajas de compensación autorizadas. Además estas brindan casi 100.000 puestos de trabajo en todo el país.
En el centro del país hay muchas muy famosas, pero las de Cafam, Compensar, Colsubsidio y otras más son las más comunes por los beneficios que les ofrecen a sus afiliados dentro y fuera de la capital. Sin embargo, estas son las que estarían funcionando correctamente porque usan el dinero que aportan los empresarios y empleadores en verdaderos proyectos de beneficio para los trabajadores.
En una entrevista con Bloomberg, el superintendente Pérez mencionó que estas cajas de compensación que “tienen centros de recreación en prácticamente todo el país a los que asisten casi 15 millones de personas cada año, forman 2,5 millones de personas en colegios, universidades y centros de capacitación. Así que hacen una labor impresionante. Son el estadio social de derecho dentro del mundo privado”.
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En septiembre se cumplió un año de la llegada de Pérez a la Superintentendencia de Subsidios y, como lo planteó desde el principio, su intención ha sido la desentralización de esta entidad, que siempre funcionó mucho en Bogotá y las regiones cercanas, pero poco en otras partes del país. Es por esto que en los últimos meses se han destapado algunos casos con las cajas de compensación que antes no se sabían.
Sin embargo, dicen los denunciantes anónimos de Semana que habría otras razones detrás de esto. “El Gobierno nacional, en nuestro sentir, quiere apoderarse del sistema cuando pone al ente de control y vigilancia que es la Superintendencia, ni siquiera a coadministrar, está administrando, está llegando a pedir plata para la ‘paz total’. Está diciendo que deben apoyar con los pobres de este país y eso es plata de los trabajadores”, dijo uno de los consejeros.
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