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Escrito por:  Óskar Ortiz
Redactor     Dic 12, 2025 - 4:50 pm

Así como hay algunas recomendaciones de carreras en 2026, el mercado de la moda en Colombia experimenta cambios constantes y, en los últimos años, la influencia se ha desplazado de los salones de alta costura al dinamismo del entorno urbano.

En la era actual, las calles son el referente de los estilos, diseños y prendas que predominan, dictando la dirección comercial del sector. Este cambio evidencia cómo el vestuario adoptado fuera de la formalidad de los eventos hoy define las tendencias de consumo de moda urbana en 2026, impulsando un mercado que proyecta alcanzar los 257 mil millones de dólares para 2030, con un crecimiento del 4,7 %, de acuerdo con Mordor Intelligence.

Según el análisis de tendencias de Clemont, marca colombiana de moda urbana, el panorama se articulará en torno a cuatro estéticas que dictarán la forma en que se vestirá en las ciudades de Colombia y Latinoamérica.

En primer lugar, destacará el Deporte Maximalista, que busca refrescar las siluetas Sportcore, que incorporan prendas deportivas a atuendos cotidianos, con estampados llamativos, detalles artesanales y una paleta de colores vibrantes.

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“Para el próximo año, este tipo de siluetas estarán presentes en nuestras colecciones, alineados con esta tendencia y fieles a nuestro ADN, incluiremos toques deportivos usando los elementos ornamentales que nos caracterizan”, afirmó Susana Mosquera, directora de diseño de modas de la compañía.

Por otro lado, la tendencia Nu-niformes transformará la vestimenta de oficina, pues este estilo, denominado Futuro Utilitario, convertirá prendas funcionales inspiradas en la ropa de trabajo (como pantalones cargo o chaquetas con bolsillos) y las adaptará con el uso de cortes limpios, detalles prácticos y una paleta de colores neutra como el negro, el gris o el café, buscando modernizar el vestuario profesional.

La tercera tendencia de diseño es la Fiebre de Caballero, un concepto que introduce elementos estéticos de la época medieval en la ropa actual, dando como resultado un estilo rock and roll y disruptivo, donde se utilizarán texturas gruesas o rudas y una expresión visual fuerte.

Por último, la Ropa Rústica de Vacaciones también se verá constantemente, debido a que este estilo apuesta por un aire bohemio y natural, ideal para la vida en la ciudad, donde los compradores priorizan la comodidad, con siluetas amplias y relajadas, y el uso predominante de telas y fibras naturales.

En 2026, la sostenibilidad será la pauta general para todas las tendencias de moda, pues el consumidor urbano, especialmente el más joven, demandará prendas responsables. Según Global Market Insights, el mercado mundial de la moda sostenible proyecta alcanzar los US$9.400 millones en 2034.

De acuerdo con Clemont, las nuevas colecciones de la industria se centrarán en la circularidad y el reciclaje. Además, se masificará el uso de materiales regenerativos, como el algodón, el cáñamo y el lino, junto con tintes de bajo impacto.

Las personas exigirán transparencia sobre el origen y el impacto de la ropa, obligando a las marcas a crear prendas modulares, reparables y adaptables, como podrá ser percibido en la primera colección de la marca en 2026.

En términos de proporciones, la moda urbana se orienta hacia la fluidez y la comodidad estratégica. En las prendas superiores, dominarán los cortes tipo ‘boxy’ (siluetas cuadradas y amplias) y las camisas estilo resort, que aportan un aire relajado y desestructurado.

Para las prendas inferiores masculinas, ganan fuerza los pantalones sastres con silueta relajada y las sudaderas con bota amplia, priorizando la comodidad sin perder el corte. En el ‘pret-a-porter’ femenino, si bien continúan las siluetas ‘cropped’ en tops, también se introducen modelos más largos. Los mini shorts y mini faldas continuarán, pero las siluetas voluminosas, como los jorts (shorts largos de denim), toman protagonismo en el segundo año consecutivo.

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