Una llamada dio alerta de un aberrante caso de maltrato animal. Hasta Cornare llegó la denuncia de que una zarigüeya y sus crías estaban heridas. Los animales estaban en El Carmen de Viboral (Antioquia). Los bomberos de ese municipio fueron hasta el lugar indicado y trasladaron a la zarigüeya y sus crías a un punto de atención de Cornare.

Pese a que la diligencia se hizo de manera rápida, dos de las crías llegaron muertas. Los profesionales de esa entidad recibieron a las otras tres crías con vida y comenzaron a prestarles los primeros auxilios. Sin embargo, presentaban un nivel de envenenamiento del que no pudieron recuperarlos. Es decir, las cinco crías murieron.

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La madre, en cambio, está en un estado muy crítico. Llegó con deshidratación y todo su cuerpo, indicaron desde Cornare, estaba rociado con un “agente químico”, al parecer un matamalezas. Camilo Muñoz, profesional de Cornare, contó que al animal se le aplicaron medicamentos para el dolor y la inflamación.

La zarigüeya, se dieron cuenta después los veterinarios, tenía una herida en una pata, que podría haber sido causada por un “elemento cortopunzante” o una astilla.

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El animal, debido al líquido con que lo rociaron, tiene quemaduras en los ojos y el marsupio, es decir, la cámara incubadora que tienen los marsupiales.

Debido a estas heridas, el animal tendrá que ser atendido con antibióticos y limpiezas constantes. El estado de la zarigüeya es reservado y seguirá bajo observación de los profesionales.

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Este es el segundo caso de maltrato a un animal de este tipo en la última semana. El otro hecho contra la fauna silvestre ocurrió en el barrio Calatrava, de Itagüí, al sur del área metropolitana. Allí, algunos vecinos encontraron a una zarigüeya a la que, al parecer, un hombre del sector mató a golpes.

Una vez más vale la pena sensibilizar a la gente sobre la importancia de proteger a las zarigüeyas, mal llamadas “chuchas” y que pueden estar en varias zonas del Valle de Aburrá, no solo en las rurales, sino también en las urbanas.