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Este artículo fue curado por Andrea Castillo   Sep 1, 2025 - 10:34 am
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Un torneo de fútbol Sub-10 en Floridablanca, la ciudad dulce de Santander, terminó en un lamentable episodio de violencia que ha causado indignación nacional. Lo que debía ser una fiesta deportiva infantil se transformó en una batalla campal entre padres de familia, con golpes, empujones e insultos que quedaron grabados en videos virales.

El incidente ocurrió en las canchas de Hacienda Santa Bárbara, mientras los niños disputaban un partido. En paralelo, varios adultos se enfrentaron de manera violenta, en la cancha, cerca donde los niños disfrutaban del deporte, poniendo en riesgo no solo a ellos mismos, sino también a los pequeños jugadores que presenciaban la escena.

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Según la versión del técnico Jean Felipe Estupiñán, todo comenzó tras un reclamo reglamentario sobre dos futbolistas que portaban el mismo número en su camiseta. El comentario, aparentemente hecho de manera respetuosa, generó la ira de algunos padres y hasta del entrenador contrario, lo que desencadenó la riña. “Uno de los padres y hasta el propio técnico me atacaron. Los papás de mi equipo intentaron defenderme y ahí empezó todo”, relató.

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Eduardo Villamizar, secretario de la Liga Santandereana de Fútbol, rechazó con firmeza lo sucedido y recordó que hechos similares ya habían ocurrido el año pasado. “La situación es insostenible. Estamos para formar niños, no para contener peleas de adultos”, señaló.

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Los videos muestran cómo algunos niños lloraban, otros pedían que pararan y otros alentaban la pelea, reflejando el impacto negativo de estos ejemplos. La Liga anunció sanciones y un llamado urgente a recuperar la esencia del deporte infantil. Mientras lamentablemente el hecho evidenció la intolerancia que se vive en el área metropolitana de Bucaramanga, pero también la falta de presencia de las autoridades en las canchas de Floridablanca, donde se presentan riñas violentas, hurtos, y el uso de las canchas para el consumo de estupefacientes, entre otras problemáticas.

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