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Bogotá ha dado un paso decisivo en la promoción de la movilidad escolar sostenible al entregar 619 bicicletas de montaña (MTB) a los guías encargados de acompañar a niñas, niños y adolescentes en los proyectos Al Colegio en Bici y BiciParceros. Esta acción se inscribe dentro del programa Niñas y Niños Primero, una iniciativa conjunta de la Secretaría Distrital de Movilidad (SDM) y la Secretaría de Educación del Distrito (SED), cuyo objetivo central es fortalecer la seguridad, el bienestar y la sostenibilidad en los desplazamientos escolares diarios. De acuerdo con datos de la SDM, estos proyectos benefician a cerca de 7.000 estudiantes, quienes han completado más de 640.000 viajes en bicicleta en lo que va del año a través de 133 rutas de confianza y 24 polígonos seguros distribuidos en 15 localidades de la ciudad.
La esencia de este programa sobrepasa la mera dotación de bicicletas. Lo innovador reside en la construcción de una cultura de movilidad activa y responsable, soportada por una compleja estructura organizativa que involucra a 303 guías, 17 encargados zonales y un líder operativo en Al Colegio en Bici, además de 121 guías y 7 encargados zonales en BiciParceros. Mientras el primer proyecto gestiona caravanas orientadas, donde las bicicletas se otorgan en préstamo para acompañar a los estudiantes, el segundo crea rutas protegidas para quienes ya cuentan con sus propios dispositivos, promoviendo así la autonomía y el sentido de responsabilidad desde la adolescencia.
Este enfoque ha sido reconocido tanto local como internacionalmente por su impacto social y ambiental, en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que subraya los beneficios de promover el ciclismo en ámbitos urbanos. Dichas prácticas contribuyen, según la OMS, a disminuir la contaminación ambiental y a mejorar sustancialmente la salud de la población infantil y juvenil, frenando tendencias de obesidad y fomentando estilos de vida activos desde edades tempranas. La experiencia bogotana se erige así en un punto de referencia para otras urbes latinoamericanas que buscan alternativas frente a los retos del transporte.
Informes de organismos como la Federación Internacional de Ciclistas (FCI) destacan que modelos semejantes han reducido la congestión vehicular y los accidentes viales en ciudades como Ámsterdam y Copenhague. Sin embargo, Bogotá parte de una realidad urbana distinta, enfrentando desafíos específicos como la infraestructura vial limitada y la persistente preocupación social respecto a la seguridad en las calles para los menores. La entrega de bicicletas MTB a los guías responde, precisamente, a la necesidad de fortalecer la protección en zonas de tráfico intenso o condiciones geográficas exigentes, incrementando la visibilidad y la capacidad de respuesta ante posibles riesgos.




La secretaria de Movilidad, Claudia Díaz, resalta que equipar a los guías “garantiza recorridos seguros y sostenibles”, enfatizando el compromiso de las autoridades con la movilidad inclusiva y la prevención de incidentes. Este esfuerzo integral abarca también la intervención de la Unidad de Mantenimiento Vial, entidad que está mejorando la infraestructura en barrios clave para la interconexión escolar, como Bosa y San Pablo, donde la conectividad y la seguridad vial resultan fundamentales para el éxito del programa. Igualmente importante es la colaboración de padres, maestros y la comunidad, quienes complementan el trabajo institucional y robustecen la red de protección para los estudiantes ciclistas.
Mirando hacia el futuro, el desafío radica en ampliar el alcance de las rutas, incorporar tecnología para el monitoreo en tiempo real de los trayectos y fortalecer la educación sobre convivencia vial. Estas acciones, guiadas por recomendaciones de la Agencia de la ONU para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), permitirán afianzar la sostenibilidad y aceptación social del programa, sentando bases para que otras ciudades adopten esquemas similares que incentiven la movilidad activa y saludable.
El programa de bicicletas para guías escolares en Bogotá no solo simboliza una apuesta decidida por una ciudad más humana y sostenible, sino que abre el camino hacia la reducción de la congestión vial y una mejor calidad de vida para los escolares y sus familias, consolidando un modelo replicable en otros contextos urbanos de la región.
Preguntas frecuentes relacionadas
¿Cuál es la diferencia entre una bicicleta de montaña (MTB) y otros tipos de bicicletas?En el marco del programa de movilidad escolar, la dotación de bicicletas de montaña (MTB) para los guías responde a la necesidad de enfrentar trayectos con condiciones topográficas exigentes y tramos de tierra o superficies irregulares en Bogotá. Las bicicletas MTB, a diferencia de las urbanas o de ruta, cuentan con llantas más gruesas y un sistema de suspensión que facilita el manejo seguro en terrenos accidentados, proporcionando mayor estabilidad y confort durante los recorridos.
Además, esta elección técnica protege tanto a los guías como a los estudiantes, facilitando la circulación en zonas con tráfico intenso o vías en mal estado. Estos aspectos son determinantes a la hora de planificar rutas escolares en ciudades con infraestructura vial diversa y zonas aún en proceso de mejoramiento.
¿Cómo se eligen y capacitan los guías de Al Colegio en Bici y BiciParceros?Una preocupación frecuente de las familias consiste en conocer el proceso de selección y formación de los guías encargados de acompañar a los estudiantes. Según información de la Secretaría Distrital de Movilidad, los guías deben cumplir con requisitos específicos, incluyendo experiencia previa, conocimiento en seguridad vial y capacidades físicas para enfrentar los desplazamientos diarios.
Adicionalmente, estos guías reciben capacitación en primeros auxilios, atención al usuario y protocolos de emergencia para garantizar la integridad de los estudiantes en cualquier eventualidad. La constante formación y supervisión institucional refuerzan la confianza de padres y comunidad en este sistema de movilidad escolar.
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