Se materializó uno de los temores del presidente Gustavo Petro y de la izquierda en general. La consulta del Pacto Histórico para elegir su candidato a la presidencia entre Iván Cepeda y Carolina Corcho no habría conseguido movilizar la cantidad de electores que esperaban pese a los empujones que dio el mandatario radicalizando el discurso antiimperialista en el marco de las tensiones que él desató con Donald Trump y convocando a la manifestación de este viernes en la Plaza de Bolívar de Bogotá. Su meta era que tres millones de personas fueran a las urnas, pero, según datos de la Registraduría, con 18.331 mesas escrutadas del total de 20.000, votaron 2’103.000 ciudadanos.
De ese caudal, 1’186.000 votos fueron para Cepeda, una cifra que, si bien le dio la candidatura, preocupa porque, en 2022, cuando el Pacto Histórico tenía un poco más de un año de fundado y llenaba de expectativas y esperanza a sus seguidores, eligió también en una consulta interna a Petro, que derrotó con más de cuatro millones de votos a Francia Márquez (780.000 votos). En la misma contienda quedaron regados en el campo sin mayores posibilidades los aspirantes Camilo Romero, Arelis Uriana y Alfredo Saade. El presidente obtuvo una aplastante victoria para quedarse con la candidatura del Pacto Histórico, que hoy, años después, se suponía más maduro y con mejores resultados.
El día en que se produjo esa primera consulta interna del Pacto Histórico (13 de marzo de 2022, la misma fecha de las elecciones legislativas), participaron 5,5 millones de personas. Petro obtuvo más del 80 % de los sufragios, lo que le permitió asegurar entonces, con un evidente triunfalismo, que estaba “‘ad portas’ de ganar la presidencia de Colombia en la primera vuelta presidencial”. No le dio para tanto, porque tuvo que ir a una segunda ronda frente a Rodolfo Hernández, pero finalmente sí llegó a la Casa de Nariño.
Iván Cepeda aglutinará el voto de la izquierda
Hoy no puede decir lo mismo Iván Cepeda. Con el millón largo de votos que alcanzó, representará a la coalición petrista en la consulta interpartidista denominada frente amplio que tendrá lugar en marzo de 2026. Se enfrentará a los aspirantes que representan a partidos y movimientos como el Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), partido Demócrata Colombiano y el movimiento Agenda Progresista, junto con los integrantes de la coalición Unitarios, que agrupa al PTC, Partido Ecologista Colombiano, Comunes, Esperanza Democrática, así como los movimientos Si Podemos, Movimiento de Integración Democrática, Poder Popular y Todos Somos Colombia.
(Vea también: Primera reacción de Petro a elección de Iván Cepeda como ganador de consulta del Pacto Histórico)
De salir airoso en esa consulta del frente amplio, Cepeda, por su origen, perfil y trayectoria, aglutinará el voto duro de la izquierda, que no será suficiente para aspirar a la presidencia de la República. Así, le resultaría difícil enfrentar a figuras como Roy Barreras, Claudia López, eventualmente Juan Fernando Cristo y Daniel Quintero (si resuelve a su favor el lío jurídico-político que establece que por haber sido inscrito para la consulta del Pacto Histórico ya no podría participar en otra) y otros que sí tendían cómo, además de los votos de la izquierda, rasguñar sufragios en el centro del espectro político, que son los que definirán las elecciones presidenciales.
La votación de este domingo en la consulta del Pacto Histórico tiene dos lecturas adicionales. Por un lado, se puede entender como un marcado signo de abstención, ya que en esta jornada electoral podían votar todos los colombianos habilitados para hacerlo, es decir, la totalidad del censo electoral (40 millones de personas). Así que el Pacto Histórico no consiguió despertar el entusiasmo de los electores, más allá del de sus propios militantes, muchos de los cuales parecen acusar también el desgaste que se evidencia en el Gobierno del presidente Petro.
¿Resultado refleja desgaste de Gustavo Petro?
Por otro lado, se reafirma la idea de que esta consulta sería una suerte de referendo sobre el jefe de Estado. Los escándalos de corrupción que le han estallado en su círculo cercano, la falta de ejecución y ausencia de obras concretas en sus tres años de Gobierno, el permanente ataque a las otras dos ramas del poder público (Legislativa y Judicial), su respaldo irrestricto al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, el fracaso de su “paz total”, sus discursos polarizantes y estigmatizantes contra la oposición, los banqueros, el empresariado y los medios, y la crisis que desató con Estados Unidos y que le costó el retiro de la visa de ese país y la inclusión de su nombre en la Lista Clinton parecen haberle pasado una cuenta de cobro a la coalición que lo instaló en el poder.
Sin embargo, los más destacados representantes del Pacto Histórico encontraron otra explicación para el escaso resultado de su consulta. El presidente Petro aseguró que el número de mesas se había reducido y Cepeda sostuvo que registraba “con preocupación inconsistencias, irregularidades, limitaciones que han sido puestas por la Organización Electoral para que el derecho de los ciudadanos se ejerza de la mejor manera”. También dijo que “4.000 puestos de votación han sido trasladados a cabeceras municipales en zonas rurales del país”.
La Registraduría ya había anticipado respuestas a ese tipo de cuestionamientos, pues la víspera explicó con suficiencia que el número de puestos de votación para una consulta de este tipo no es igual al de las elecciones presidenciales, por ejemplo; y que los puestos de votación en Colombia se ubican en función del despliegue de tropas y capacidades de la fuerza pública para proteger a los jurados, a los testigos, a los votantes y al material electoral.
A las 2:00 de la tarde el registrador, Hernán Penagos, aseguró: “La jornada de la consulta de los partidos avanza con normalidad”. Incluso, informó que en algunos puntos con alta afluencia de votantes se fraccionaron mesas para agilizar el proceso y garantizar el derecho al voto. El lunar de la jornada se presentó hacia las seis de la tarde, cuando por unos minutos se cayó la página web de la Registraduría.
Es decir que, de tener razón Cepeda, y la Registraduría debió, por seguridad, instalar en las cabeceras municipales varios de los 3.200 puestos de votación destinados a áreas rurales (en total en el país fueron 13.400 puestos), la responsabilidad también recae en el Gobierno Nacional que ha perdido paulatinamente el control del orden público en varias regiones del país como consecuencia, entre otras cosas, del debilitamiento de las Fuerzas Armadas y el fortalecimiento de los grupos armados ilegales.
La responsabilidad de la situación de inseguridad no recae tanto en la Organización Electoral como en el Ejecutivo y en las Fuerzas Armadas. Para el Pacto Histórico es urgente encontrar (y dar) una explicación más creíble a la escasa participación en su consulta interna, pues ya no hay cómo ocultar que la jornada de este domingo es un claro síntoma de lo que tendrá que enfrentar en la consulta del frente amplio y en la primera vuelta presidencial.
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