Con Alfredo Rafael Saade Vergel, nombrado jefe de gabinete y nueva mano derecha del presidente Gustavo Petro, ocurre lo contrario que con otros funcionarios del Gobierno Nacional: él llega al Ejecutivo aplazando su candidatura presidencial, mientras que otros salieron para hacer su campaña hacia la presidencia. Pero, como algunos de ellos, militó en diferentes partidos políticos para recalar ahora en el petrismo. Y, como varios de sus compañeros en el Gobierno, llega envuelto en escándalos.
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Por ejemplo, al también conocido como pastor Saade —aunque diversas congregaciones religiosas no lo reconocen como tal— la Procuraduría General de la Nación le tiene activa una indagación que abrió contra él en marzo de 2024 relacionada con una presunta irregularidad en un contrato con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), la entidad que se ha convertido en el mayor escándalo del Gobierno del presidente Petro.
Cuando el Ministerio Público abrió la indagación contra el nuevo jefe de gabinete, sostuvo: “Al parecer, Saade Vergel, para justificar las acciones cumplidas para la UNGRD, habría presentado el mismo reporte de actividades que fueron realizadas por otro de los contratistas de la entidad”. En la actualidad, el órgano de control continúa investigando si se presentó alguna irregularidad en el desarrollo del contrato que involucra a Saade Vergel.
A Saade Vergel también se le recuerda por querer acabar con el coronavirus cortando una pelota y por oponerse a los derechos de las mujeres y de la población LGBT. Pero quizá lo que más ha llamado la atención entre la opinión pública son las declaraciones que ha dado sobre temas de carácter político, y que preocupan porque podría utilizar su ahora posición privilegiada y de mucha influencia y poder en el Gobierno para hacerlos realidad. Preocupan porque algunas son de corte abiertamente autoritario y antidemocrático.
Por ejemplo, aún retumban en el país afirmaciones de Saade Vergel en el sentido de ser partidario de cerrar el Congreso de la República, lo mismo que los medios de comunicación. Esa visión de país es la que, seguramente, le ha dado puntos frente al presidente Petro, pues resultan coincidentes en sus malquerencias. Aunque, para muchos, Saade Vergel no llega al Gobierno por iniciativa del mandatario, sino por movidas del ministro del Interior, Armando Benedetti, a quien reemplazará en el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre).
Un país sin un Legislativo independiente y que funcione como contrapeso al Ejecutivo, y además sin medios de comunicación que vigilen, pregunten, investiguen y denuncien, es el escenario ideal para que florezcan los autoritarismos y las dictaduras. El vecindario ofrece muy buenos ejemplos de la consolidación de esas formas de gobierno que se han empoderado después de haber comenzado ofreciendo asambleas constituyentes.
Esa es, precisamente, otra de las aspiraciones que comparten el presidente Petro y su nuevo jefe de gabinete, cuyo nombramiento oficial se espera para comienzos de la semana entrante. “Yo, desde hace dos años, he pedido una asamblea constituyente. No puedo negar un deseo que tiene mi corazón de que así suceda. Pero esa es una decisión que toma el señor presiente de la República”, dijo Saade Vergel este jueves en Blu Radio.
También comparte con el jefe de Estado la entusiasta y peligrosa agitación de la bandera de guerra a muerte que enarboló Simón Bolívar durante sus guerras de liberación, pero que en la Colombia de hoy resulta por lo menos anacrónica, cuando no provocadora y amenazante. El país no está en una situación de guerra semejante y, por el contrario, reclama el diálogo y la moderación de los ánimos. Pero Saade Vergel publicó este jueves una fotografía con el mandatario, en la que él sostiene orgulloso la mencionada bandera.
“Esa bandera significa la intención de un hombre en esa época bolivariana de conquistar y gobernar; esa bandera no es una bandera de muerte y de guerra como todos han querido mostrarla”, explicó Saade Vergel en la misma emisora, otorgándole a ese pabellón otro valor simbólico diferente al que realmente le corresponde y por el que el presidente Petro comenzó a agitarlo en la Plaza de Bolívar el primero de mayo, buscando apoyo para su consulta popular por la reforma laboral. “¿Por qué roja y por qué negra? Porque el negro es la muerte y el rojo es la libertad. Significa esta bandera: libertad o muerte”, dijo el presidente.
“Es una bandera donde, lógicamente en esa época, para conquistar y para poder gobernar, tenían que asesinar y eran las cosas que hacían en esa época. Hoy se gobierna y se conquista sin la necesidad de asesinar”, continuó Saade Vergel en su afán de dar una explicación medianamente convincente, pero sus propias palabras lo interpelan al respecto, pues el 12 de junio pasado había dicho, cuando estaba en plena campaña por la presidencia: “Necesitamos una Colombia en paz, pero para que haya paz tenemos que estar listos para la guerra”.
Es que a Saade Vergel se le da muy bien ajustar los términos de acuerdo con las circunstancias. Todavía se recuerda cuando, en la Copa América 2024 en Estados Unidos, en los estadios en que jugaba la Selección Colombia, en las tribunas se oía claramente el cántico que ha hecho carrera en diferentes escenarios de “¡Fuera, Petro!”. Pero Saade Vergel escribió en X: “Qué hermoso ver en la copa America [sic] el respaldo al presidente petro [sic]. Fuerza Petro gritaba el estadio a pulmón”, y acompañó su trino con una imagen falsa. Así es el nuevo jefe de gabinete del presidente Petro.
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