La seccional de la Fiscalía en el Atlántico recibió la versión de Deivis Donado Burgos, hombre nacido en Venezuela y con padres colombianos que estuvo en la fiesta en la casa-finca Mediterrané, en el sector de Punta Roca, en Puerto Colombia.

Él es quien aparece con una camiseta amarilla y negra, en uno de los videos de la fiesta, y amedrenta a varias personas a los gritos, mientras que tiene un arma larga en su poder. 

Según dio a conocer Al Día, fuentes de la Fiscalía les contaron que alias ‘Deivis Parrilla’, como es conocido entre sus amigos, dijo que en la mañana del 24 de octubre, día en el que se armó la balacera que dejó dos muertos, él tenía la una subametralladora marca Colt, calibre 9 milímetros, porque la recogió del piso para “evitar que la tomara otra persona para atacar a alguno de los asistentes”. Además, este hombre dijo que el arma no era de su propiedad.

Incluso, este hombre aseguró que la subametralladora se quedó en el lugar de los hecho y aunque él no fue uno de los que abandonó el lugar por el lago, como muchas otras personas, sí lo hizo cuando llegaron las autoridades.

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El Tiempo añadió que Deivis estuvo acompañado en esta diligencia de su abogado y luego de dar su versión en la URI se retiró sin restricción alguna.

Hasta el momento no han dado a conocer más detalles de este hombre que tenía sangre en su camiseta y, aparentemente, un impacto de bala, aunque de este tema no se ha dicho nada, hasta el momento.

Así, este es otro de los asistentes que dice no tener conocimiento absoluto de las personas que estaban en esta fiesta que duró más de 12 horas. La última en hablar del tema fue una mujer por la que se decía se había armado la balacera, pero ella desmintió totalmente esta versión y dijo que solamente era amiga de Jonathan Ospino.

Ospino era el homenajeado en la fiesta en la que habían lujosos vehículos como regalo y falleció adentro de una camioneta que se estrelló contra un taxi. De sus familiares y allegados no se sabe nada, aunque hay muchas versiones.

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Ya pasaron más de tres semanas desde aquel hecho que impactó el país y que recordó la época de los narcos. La pomposa fiesta que acabó en balacera dejó dos muertos y dos capturados que posteriormente fueron dejados en libertad, así que no hay culpables ni señalados por lo que pasó esa mañana del 24 de octubre, aunque la lista de invitados es larguísima.

Los dueños de la casa-finca aparecieron para contarle a Colombia que la fiesta no les pertenecía, sino que habían alquilado este lugar para una reunión a una persona que se dedica a planear este tipo de eventos.

De los capturados, se supo que ya habían tenido problemas con armas, pero como no se pudo comprobar su vinculación con la balacera, las autoridades lo dejaron en libertad.

Al Día señala que Roy Ricardo Galea Reyes, el otro hombre que murió en el lugar y con graves heridas en su cuello, sí fue relacionado con el empresario Roberto Vega Daza, uno de los asistentes a la parranda vallenata. Galea sería, según investigaciones de la Policía, uno de los hombres de confianza de Vega.

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