
El acta de la reunión sostenida entre la Gobernación de Cundinamarca y el Gimnasio Campestre Los Laureles de Cajicá, a la que tuvo acceso El Tiempo, reveló detalles sobre las primeras acciones que adelantó la institución el pasado 12 de agosto, día en que desapareció la estudiante Valeria Afanador.
De acuerdo con el documento, la rectora Sonia Ochoa, junto con la consultora educativa Andrea Inés Medina González y el director de infraestructura Danny Ochoa, participó activamente en la revisión de las cámaras de seguridad del colegio. En las imágenes, se observa a Valeria tomando un balón en el cuarto de deportes, desplazándose hacia la cancha de vóley, ingresando varias veces a las eugenias y perdiéndose su rastro a las 10:10 a. m.
¿Qué hizo la directora del Gimnasio Campestre Los Laureles cuando se perdió Valeria Afanador?
El acta también señala que, tras confirmar la desaparición de la menor, la rectora ordenó activar la alarma institucional y se puso en marcha el protocolo de evacuación. Los brigadistas hicieron un conteo de estudiantes y colaboradores, en el que se constató la ausencia de Valeria. Acto seguido, Ochoa se comunicó con la madre de la estudiante, Luisa Cárdenas, a quien notificó sobre la situación y el inicio de la búsqueda. La rectora, según el documento, mantuvo comunicación constante con la familia.
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La institución educativa aseguró que, además, se hicieron llamadas al 123, a la Policía Nacional y a los bomberos, lo que permitió la llegada de distintas entidades, entre ellas la alcaldía municipal, el CTI, el Gaula, el ICBF, la Cruz Roja y la Defensa Civil. El reporte añade que Ochoa permaneció en el colegio durante toda la tarde y noche del 12 de agosto acompañando las labores de búsqueda junto con docentes, estudiantes, familiares y organismos de socorro.
En los días siguientes, como parte de un plan de mejoramiento exigido por el Puesto de Mando Unificado, la rectora asumió compromisos para reforzar la seguridad en el colegio. Entre las medidas se incluyeron retirar la polisombra para mejorar la visibilidad, reinstalar la reja metálica en el área del bicicletero, reforzar el sistema de cámaras de seguridad en los límites con el río Frío, revisar la cerca viva y la reja perimetral, y ajustar el protocolo de atención para garantizar una reacción más rápida en la comunicación con familias y autoridades.
No obstante, el abogado de la familia Afanador, Julián Quintana, sostuvo que la muerte de Valeria fue un homicidio y anunció que pedirá a la Fiscalía General de la Nación imputar cargos a la rectora y a dos profesores del colegio.
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