El atentado contra el precandidato presidencial y senador Miguel Uribe Turbay, ocurrido el 7 de junio del año 2025 en Bogotá, causó conmoción en el escenario político colombiano y ha despertado interrogantes acerca de la seguridad y el funcionamiento del sistema penitenciario del país. A través de la investigación de El Tiempo, se han desvelado detalles desconcertantes sobre el entramado criminal detrás de este magnicidio, implicando claramente a una figura central: Jhorman David Mora Silva, alias ‘el Caleño’.
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El Caleño, un joven de 25 años, actuó como enlace entre el sicario -un menor de 15 años- y Élder José Arteaga, alias ‘el Costeño’ o ‘Chipy’, identificado como el posible autor intelectual detrás del ataque. Según el expediente consultado por el citado diario, la coordinación del operativo de asesinato se llevó a cabo cuando ‘el Caleño’ estaba detenido por un robo a mano armada.
El caso aporta evidencias alarmantes sobre las fallas en la seguridad del sistema correccional colombiano. Se demuestra cómo ‘el Caleño’ adelantaba comunicaciones desde la celda 10 de una Unidad de Reacción Inmediata (URI), custodiada por la Policía, para coordinar la ejecución del atentado contra Uribe Turbay, según el citado diario.
Además, este hecho despierta la inquietud sobre las posibles vinculaciones de ‘el Caleño’ con una banda criminal dedicada al tráfico de drogas y otros delitos graves en Bogotá, que podría estar liderada por ‘el Costeño’. Actualmente, la Fiscalía investiga si las responsabilidades del joven se extienden más allá del atentado y el robo por los cuales ya fue condenado, de acuerdo con el informe periodístico.
Lo preocupante del caso es que, a pesar de su papel en la organización del atentado, ‘el Caleño’ recibió una pena relativamente ligera de solo 2 años y 4 meses de prisión por el crimen de robo, reducida gracias a un preacuerdo con la Fiscalía. “Expresó arrepentimiento, alegando haber actuado bajo amenazas por una deuda y pidió disculpas a la víctima y al tribunal”, reveló el periódico en su informe.
Dicho robo fue a mano armada a un conductor al que despojaron de un carro Chevrolet Sail, avaludado en 30 millones de pesos y de placas IXO202, de un celular Samsung y 200.000 pesos en efectivo. Este hurto fue cometido el 7 de mayo pasado, exactamente un mes antes de que el joven sicario le disparara a Miguel Uribe Turbay en la cabeza en el barrio Modelia.
Finalmente, las autoridades indagan a un segundo ladrón que actuó en este robo, quien fue el que solicitó un servicio de transporte y amenazó con arma blanca al conductor del carro Chevrolet, identificado como Juan Pablo Vargas Becerra, como reportó el citado medio.
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