Luis Alfredo Garavito es uno de los peores depredadores de niños en la historia de Colombia. También conocido como ‘La Bestia’ o ‘El Monstruo de Génova’, Garavito fue condenado por la violación, tortura y asesinato de más de cien niños en todo el país durante la década de 1990.
Garavito nació en 1957 en Génova, Colombia, y creció en una familia humilde. En su juventud, tuvo problemas de comportamiento y fue expulsado de la escuela varias veces. A medida que crecía, comenzó a desarrollar una obsesión por los niños y se convirtió en un depredador que buscaba víctimas en las calles y parques.
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Durante más de una década, Garavito cometió una serie de crímenes atroces contra niños en todo Colombia. A menudo se hacía pasar por un vendedor ambulante o un mendigo para ganarse la confianza de los niños, y luego los secuestraba y los llevaba a lugares apartados donde los ultrajaba y los torturaba antes de asesinarlos.
Las autoridades tardaron varios años en identificar a Garavito como el responsable de estos crímenes. Sin embargo, en 1999 fue capturado en la ciudad de Pereira y confesó haber asesinado a más de 200 niños en todo el país. Aunque la mayoría de sus víctimas nunca fueron identificadas, se cree que Garavito es responsable de algunas de las peores atrocidades cometidas contra niños en la historia de Colombia.
Garavito fue condenado a 22 años de prisión en 1999, la pena máxima permitida en Colombia en ese momento. Sin embargo, la ley colombiana permite reducciones significativas en las sentencias por buena conducta y trabajo en prisión, y se espera que Garavito sea liberado en algún momento en la próxima década.
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Estado actual de Luis Alfredo Garavito
Al parecer, tanta atrocidad le pasó factura a ‘La Bestia’, pues su apariencia física es demacrada y acabada debido a una grave enfermedad. Los periodistas Kevin Pinzón y Rafael Poveda, de Testigo Directo, lograron obtener una entrevista con Garavito en el año 2020, que dejó una imagen en donde se ve su estado físico.
Aquel sujeto de contextura gruesa, hoy en día no es más que un hombre flaco al extremo y con un ojo carcomido por una verruga cancerígena que le hizo caer parte de su cara.
El caso de Luis Alfredo Garavito ha dejado una marca indeleble en la historia de Colombia. Ha generado un debate sobre la efectividad del sistema judicial en la protección de los derechos de los niños y ha llevado a un mayor escrutinio sobre la forma en que las autoridades tratan los casos de violencia contra menores.
A pesar de que Garavito fue capturado y condenado, sus crímenes han dejado una cicatriz en la sociedad colombiana y en las vidas de las familias de sus víctimas.
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