
La principal novedad es que tanto los solicitantes por primera vez como quienes busquen renovar su visa deberán asistir obligatoriamente a una entrevista presencial con un funcionario consular.
Esta disposición, emitida por el Departamento de Estado, tiene alcance global y no se limita a un país en particular solamente.
Hasta ahora, en muchos casos de renovación, el trámite era automático y no requería entrevista, siempre que no existieran inconsistencias en la solicitud.
La medida contempla excepciones específicas, como solicitantes de visas diplomáticas, oficiales y de organismos internacionales, así como quienes renueven visas B-1/B-2 de validez completa dentro de los 12 meses posteriores a su vencimiento, siempre que cumplan ciertos requisitos.




Sin embargo, los consulados podrán exigir entrevistas en cualquier caso, de acuerdo con las nuevas políticas de Trump.
Por qué Estados Unidos pide visas a visitantes extranjeros
Estados Unidos solicita visas a los turistas extranjeros por varias razones que combinan aspectos de seguridad nacional, control migratorio, intereses económicos y política exterior.
El requisito de la visa se ha convertido en una herramienta de gestión del flujo de personas que entran y salen del país, permitiendo al gobierno tener un mayor control sobre quiénes pueden ingresar a su territorio y con qué fines. A lo largo de su historia, la política de visados de Estados Unidos ha respondido tanto a contextos internos como a dinámicas internacionales, adaptándose a nuevas realidades políticas, sociales y de seguridad.
Uno de los motivos principales para exigir visas a turistas extranjeros es la seguridad nacional. Estados Unidos es un país que ha enfrentado amenazas de terrorismo, crimen transnacional y tráfico de personas, por lo cual las autoridades buscan minimizar riesgos controlando de manera estricta la entrada de visitantes.
A través de la solicitud de visas, los consulados pueden examinar el perfil de cada solicitante antes de que viaje, revisando antecedentes judiciales, historial migratorio y posibles vínculos con actividades ilegales. De esta forma, el proceso de visado actúa como un filtro preventivo, ya que permite rechazar solicitudes de personas que puedan representar un riesgo antes de que lleguen al territorio estadounidense.
Otro factor determinante es el control migratorio. Estados Unidos es uno de los destinos más atractivos del mundo para migrantes debido a sus oportunidades laborales, su nivel de vida y su estabilidad económica. Por esta razón, existe el temor de que muchos turistas intenten quedarse de manera ilegal, trabajando o residiendo sin autorización una vez vencida su estadía.
La visa funciona como un mecanismo que busca reducir este fenómeno, ya que obliga a los solicitantes a demostrar lazos sólidos con su país de origen, como empleo estable, familia o propiedades, que garanticen su intención de regresar. Así, el visado no solo regula el turismo, sino también previene la inmigración irregular.
El aspecto económico también influye en la exigencia de visas. Si bien el turismo es una fuente importante de ingresos para Estados Unidos, el país prioriza que quienes ingresen lo hagan de manera ordenada y controlada. Al imponer el trámite, el gobierno obtiene información detallada sobre los flujos turísticos, lo que le permite diseñar políticas más claras y adaptadas a sus intereses. Además, el proceso de solicitud implica un pago de tarifas que, aunque no representan una fuente principal de ingresos, contribuyen a financiar el funcionamiento de las embajadas y consulados.
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