
En mayo de este año, el humorista Pedro González, conocido como Don Jediondo, estuvo en el programa ‘Bravíssimo’ de Citytv hablando de su libro ‘El que se ría se aguanta’.
Durante la conversación, comentó sobre las dificultades de la fama y el impacto negativo que han tenido en su vida los comentarios crueles en redes sociales. Allí, confesó que entró en depresión por cuenta de las burlas hacia la crisis financiera que vivía su restaurante desde 2022.
“Yo dejé de leer comentarios, sobre todo de Twitter. Dejé de leer porque es que es duro, es muy cruel y no me estoy haciendo la víctima, sino al contrario, dejé de leer eso porque me hacía mucho daño. Entré en depresión, yo venía con un tema de ataques de pánico, que gracias a Dios superé cuando fui conociendo al Señor Dios, pero después”, contó el humorista en ese canal.
Don Jediondo confesó que en un momento de su vida no fue capaz de administrar su dolor, lo que lo llevó a abandonar Twitter y otras redes.




Explicó que leer comentarios hirientes lo afectó profundamente y lo sumió en un cuadro depresivo, en el que incluso pensó en acabar con su vida.
Sin embargo, relató que encontró fortaleza en la fe y en su relación con Dios, lo que le permitió superar la crisis. Asimismo, afirmó que prefiere no exponerse más a esas críticas y mantiene su decisión de no leer lo que se dice de él en plataformas digitales.
El humorista destacó cómo el maltrato en redes sociales puede afectar seriamente la salud mental y señaló la importancia de cuidarse emocionalmente frente a la exposición pública.
¿Qué pasó con restaurante de Don Jediondo?
El restaurante Don Jediondo Sopitas y Parrilla, reconocido por su oferta de comida típica colombiana y con 33 locales en funcionamiento, entró en proceso de liquidación judicial tras decisión de la Superintendencia de Sociedades.
La compañía había estado en reorganización desde agosto de 2022, pero incumplió reiteradamente los compromisos adquiridos con el juez del concurso y los acreedores, incluyendo pagos fiscales, de seguridad social, administración y obligaciones con entidades como Colpensiones, la Dian, Porvenir y Protección.
Según los reportes al 30 de junio de 2025, la empresa registraba activos por $25.601 millones y deudas por $25.580 millones, cifras que evidenciaban un alto nivel de endeudamiento y dificultad para cumplir con sus compromisos.
A pesar de varias oportunidades y audiencias de seguimiento, se constató el incumplimiento persistente y el aumento de obligaciones, especialmente en relación con el impuesto al consumo.
El Superintendente de Sociedades, Billy Escobar Pérez, explicó que se agotaron todos los mecanismos de recuperación disponibles y que tanto la entidad como los acreedores hicieron esfuerzos para evitar el cierre.
Sin embargo, ante la imposibilidad de normalizar la situación financiera, se declaró la apertura de la liquidación para proteger los activos, salvaguardar el orden económico y garantizar los derechos de los acreedores, lo que marca el fin de una reconocida cadena gastronómica.
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