Los sindicatos plantean un incremento del 16 %, lo que llevaría el salario mínimo a 1.650.680 pesos más 232.000 de auxilio de transporte. Por su parte, los empresarios proponen un alza de 7,21 %, que situaría el salario en 1.525.598 pesos y un auxilio de 214.420 pesos.
Según el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, ambas propuestas se basan en variables como la productividad, la inflación causada y esperada, y el impacto en sectores sensibles.
El Gobierno aún no presenta su cifra y espera el momento adecuado para proponer un escenario que permita acercar las posiciones y lograr un consenso en la comisión tripartita.
Desde el año 2000, el mínimo solo se ha concertado en nueve ocasiones, siendo más frecuente que el Gobierno lo establezca mediante decreto.
Para este año, la definición debe considerar la inflación de noviembre, que fue de 5,30 %, y la productividad total de los factores, que el Dane situó en 0,91 %.
El plazo para alcanzar un acuerdo vence el 15 de diciembre, y si no hay concertación, el Gobierno deberá fijarlo por decreto antes del 30 de diciembre. Así las cosas, esos dos días son los cruciales para ese dato tan importante para el país.
¿Por qué el salario mínimo sube en Colombia?
En Colombia, el salario mínimo sube o baja en su poder adquisitivo debido a varios factores económicos y sociales que influyen cada año.
Aunque en términos nominales siempre aumenta —porque la ley exige un ajuste anual—, en la práctica su valor real puede subir o caer dependiendo de la inflación, la productividad y las decisiones del Gobierno y los empresarios.
Cada diciembre, el salario mínimo se negocia entre Gobierno, sindicatos y empleadores. Se tienen en cuenta la inflación del año que termina, la inflación esperada para el año siguiente, el crecimiento de la productividad y la capacidad de pago de las empresas.
Cuando la inflación es alta, como ha ocurrido en algunos periodos recientes, el aumento del salario puede no ser suficiente para compensar el costo de vida; por eso, aunque sube en pesos, baja en términos reales.
Además, factores como la devaluación del peso, el precio de los alimentos y la energía, y los choques internacionales afectan el bolsillo de los colombianos.
Si la economía crece poco o entra en crisis, suele haber presiones para subir menos el salario, lo que reduce su poder de compra. En cambio, cuando hay estabilidad y baja inflación, el incremento puede mejorar realmente los ingresos de los trabajadores.
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