Según el Dane, mientras entre enero y octubre de 2024 había 3,71 millones de personas que ganaban el mínimo, en el mismo periodo de 2025 la cifra cayó a 2,40 millones. Es decir, hay miles de trabajadores que pasaron de ganar el mínimo a ganar por debajo de esa línea. Esto, en gran parte, debido a la informalidad laboral.
El aumento de 9,53 % al salario mínimo llevó a que muchos empleadores migraran hacia esquemas de contratación informal para reducir costos, haciendo que más trabajadores recibieran ingresos por debajo del mínimo legal, añade El Tiempo.
Expertos advierten que un incremento excesivo del salario mínimo, como la propuesta de subirlo a 1,8 millones en 2026, podría generar más inflación, encarecer los bienes y servicios básicos y aumentar los costos laborales.
Esto desincentiva la formalidad y limita la capacidad de las empresas para contratar, afectando especialmente a los hogares con menos ingresos, apunta ese medio.
Investigadores de Bancolombia y un grupo de 115 economistas y exministros pidieron que la discusión del salario mínimo de 2026 se base en criterios técnicos para evitar un deterioro del empleo formal, resalta ese periódico.
El Dane también reporta que 11,38 millones de personas ganan menos del mínimo, lo que significa que casi la mitad de los trabajadores del país están en condiciones de informalidad creciente.
¿Por qué hay informalidad laboral en Colombia?
La informalidad laboral en Colombia es un fenómeno persistente que afecta a cerca de la mitad de los trabajadores y se origina por varias causas estructurales.
En primer lugar, muchos empleadores consideran altos los costos de la contratación formal, ya que deben asumir aportes a seguridad social, prestaciones, primas y parafiscales.
Esto lleva a que pequeñas y medianas empresas, especialmente en sectores como comercio, agricultura y servicios, prefieran contratar sin cumplir la normatividad para reducir gastos. A esto se suma el bajo nivel de productividad en varias actividades económicas.
Cuando las empresas generan pocos ingresos, les resulta difícil sostener empleos formales. Además, la brecha educativa y la falta de capacitación limitan el acceso de los trabajadores a empleos de calidad, empujándolos al rebusque.
Otro factor clave es la debilidad de la inspección laboral y la poca capacidad del Estado para hacer cumplir las leyes, lo que facilita que la informalidad se mantenga.
También influye el crecimiento del trabajo independiente, impulsado por plataformas digitales y oficios de calle, donde no existe una relación laboral clara.
Finalmente, cuando el salario mínimo sube por encima de la productividad, algunos empleadores optan por no formalizar trabajadores. Así, la informalidad se convierte en una salida para mantenerse activos sin asumir los costos de la formalidad.
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