
En Cundinamarca, a solo unas horas de Bogotá, se esconde un municipio con un nombre similar al de una cobija. Este particular topónimo, que evoca la calidez de esta pieza de tela, es solo el primer indicio de las sorpresas que guarda este rincón colombiano. Lejos de ser un pueblo sin atractivos, se jacta de poseer una dualidad climática que lo convierte en un destino fascinante para cualquier viajero.
Justamente, este paraíso está muy cerca del embalse de Chivor, lo que permite entender que se trata de una de las zonas cundinamarquesas con mayor variedad de paisajes, fuentes hídricas, flora y fauna, que están a disposición de sus habitantes y también de los turistas que llegan hasta allí en busca de descanso y nuevas aventuras.
El pueblo de Cundinamarca con nombre de cobija es Manta, ubicado en el nororiente del departamento, a unas dos horas y quince minutos de Bogotá. Su geografía privilegiada le otorga dos climas distintos, ya que tiene puntos con alturas que van desde los 1.500 hasta los 3.400 metros sobre el nivel del mar. Es decir, que tiene veredas con temperaturas templadas y otras que son bastante frías. Esta singularidad también le permite gozar de una enorme variedad de frutas y verduras que dinamizan su economía.
¿Qué hay en Manta (Cundinamarca)?
Manta (Cundinamarca), es un destino donde la tradición y la naturaleza se entrelazan para ofrecer una experiencia única. Sus profundas raíces culturales se manifiestan en las arraigadas festividades religiosas, siendo las celebraciones en honor a San Antonio de Padua y San Juan Bautista puntos cúspide en el calendario local.
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Más allá de su vibrante vida cultural, el municipio es un paraíso para los amantes del turismo rural y ecológico. Aquí, el imponente cerro de La Peña se erige como un mirador natural que regala vistas panorámicas inigualables, mientras que sus diversas rutas de senderismo invitan a sumergirse en la exuberante belleza de sus paisajes, descubriendo cascadas, flora y fauna autóctona en cada paso.
¿Cuánto tiempo se gasta de Bogotá a Manta (Cundinamarca)?
El trayecto desde Bogotá toma aproximadamente 2 horas y 15 minutos, convirtiéndolo en un destino perfecto para una excursión de un día o un fin de semana. La ruta más común y eficiente para llegar es tomando la Autopista Norte y desviándose a la altura del embalse del Sisga, lo que garantiza un viaje relativamente rápido y cómodo, invitando a explorar los paisajes y la tranquilidad que ofrece esta joya cundinamarquesa.
Este tiempo de viaje optimizado permite a los bogotanos disfrutar de un cambio de aire sin la necesidad de largas jornadas en carretera. La facilidad de acceso a Manta, resalta el potencial turístico de este municipio. Es una oportunidad inmejorable para quienes desean sumergirse en la naturaleza, conocer la cultura local o simplemente desconectarse del ajetreo urbano en un lapso de tiempo muy manejable.
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