La Universidad Alexander von Humboldt ha dado un paso innovador en el abordaje de la salud mental de su comunidad educativa mediante la integración de Archie, un perro de apoyo emocional entrenado en terapia asistida con animales. Esta iniciativa va más allá de proporcionar consuelo sentimental: se ha convertido en un pilar de acompañamiento psicosocial y un recurso efectivo para el manejo del estrés y las emociones dentro de la esfera académica.
Archie, un golden retriever de 13 años, comenzó su vida siendo preparado para labores de búsqueda bajo la supervisión de Johnny Ferley Rincón Avilés, coordinador del programa de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la universidad y su actual dueño y guía. Hoy en día, Archie recorre salones de clase, oficinas y espacios recreativos del campus, participando en jornadas de terapia con animales que favorecen a estudiantes, docentes y personal administrativo. Según Rincón Avilés, citado por Crónica del Quindio, "La presencia de Archie no borra el dolor, pero sí puede disminuirlo. Él no juzga ni cuestiona, simplemente está". Esta función cobra especial relevancia tras eventos impactantes, como el accidente en el puente Helicoidal en Calarcá, en el que su presencia ha sido fundamental para ayudar a la comunidad universitaria a enfrentar y procesar el duelo y la pérdida.
El respaldo científico al uso de perros de apoyo emocional en ambientes académicos es amplio y creciente. Estudios publicados en Frontiers in Psychology han confirmado que la interacción con canes durante terapias asistidas con animales (TAA) disminuye niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés, y mejora el bienestar emocional, sobre todo en contextos marcados por ansiedad y depresión. Una investigación de la Universidad de British Columbia observó que estudiantes universitarios que tienen acceso a perros durante períodos de exámenes reportan mayor concentración y una significativa reducción de los síntomas de ansiedad, lo que incide directamente en la resiliencia académica y personal (Luo et al., 2019).
En la Universidad Alexander von Humboldt, el entorno se complementa con espacios específicos llamados “Relájate”, donde los estudiantes pueden interactuar con Archie en un ambiente controlado y promovido por psicólogos. Estas actividades están diseñadas para fomentar la relajación y la regulación emocional durante temporadas de alta presión académica, como los exámenes parciales. De acuerdo con la Asociación para la Terapia con Animales (ATA), las TAA no solo generan una reducción del estrés, sino que también promueven vínculos afectivos seguros, impulsan la expresión emocional y fortalecen el sentido de pertenencia en las comunidades educativas.
El programa cuenta además con un componente pedagógico dirigido a los estudiantes de Medicina Veterinaria y Zootecnia, quienes participan activamente en el proceso de entrenamiento y cuidado de Archie. Esta experiencia les permite comprender de manera vivencial el papel fundamental de los animales en contextos de apoyo emocional y bienestar humano. Rincón Avilés destaca que, más allá del acompañamiento, estos animales “brindan afecto y garantizan una solución emocional sin pedir nada a cambio”, fomentando una visión integral sobre el valor de los animales en situaciones de complejidad socioemocional.
Los resultados han sido positivos y ampliamente reconocidos por la comunidad; tanto estudiantes como docentes y administrativos reportan que la presencia de Archie en el campus ha creado un ambiente de calma, confianza y apoyo emocional. Esta experiencia se inscribe en una tendencia global donde la terapia asistida con animales se incorpora cada vez más en universidades y hospitales para enfrentar los elevados índices de estrés y enfermedades mentales en jóvenes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco jóvenes enfrenta cada año algún tipo de trastorno mental, lo cual subraya la urgencia de estrategias de intervención novedosas, efectivas y empáticas para el bienestar universitario.
Finalmente, la experiencia de la Universidad Alexander von Humboldt, reconocida y validada por fuentes como la American Psychological Association, es un referente colombiano en la integración interdisciplinaria de terapias animal-humanas y el desarrollo de programas psicosociales centrados en el cuidado, la empatía y la resiliencia. De este modo, la universidad aporta nuevas perspectivas sobre el papel transformador de los animales en ambientes educativos y el bienestar de las comunidades académicas.
¿De qué manera se entrena un perro de apoyo emocional para terapia asistida con animales?
Los lectores pueden preguntarse cómo es el proceso detrás del entrenamiento de un perro como Archie, pues implica una preparación rigurosa y especializada que va más allá de la obediencia básica. Comprender el historial y el trabajo necesario para que un animal realice terapia asistida con animales permite valorar la complejidad y la seriedad de las intervenciones, así como el respeto por el bienestar animal, un aspecto clave en entornos educativos y de cuidado emocional.
Esta pregunta es relevante en el contexto educativo, ya que muchos estudiantes o instituciones interesadas en replicar la experiencia podrían beneficiarse al conocer los criterios de selección, la formación en el manejo de emociones y estrés, y la importancia de la colaboración con profesionales en salud mental. La transparencia en los procesos de entrenamiento fortalece la confianza y la legitimidad de los programas de terapia asistida con animales.
¿Qué diferencia hay entre un perro de apoyo emocional y un perro de servicio?
La distinción entre perro de apoyo emocional y perro de servicio puede generar dudas, sobre todo en contextos universitarios donde no todos los miembros de la comunidad están familiarizados con estas definiciones. Saber cuáles son las funciones, derechos de acceso y limitaciones de cada tipo de animal facilita la convivencia y el respeto a las normativas de las instituciones y la sociedad.
Esta pregunta es relevante porque un perro de servicio está entrenado para realizar tareas específicas que ayudan a personas con discapacidades, como guiar a personas ciegas o alertar sobre ataques epilépticos, mientras que los perros de apoyo emocional, como Archie, brindan soporte emocional y bienestar sin la obligación de cumplir tareas vinculadas a discapacidades físicas. Clarificar estos conceptos resulta fundamental para el diseño de políticas universitarias inclusivas y respetuosas hacia los animales y las personas que los necesitan.
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