
Cuando una persona agrede a un perro, la psicología lo interpreta como un acto que va más allá del simple maltrato animal, ya que puede ser un indicador de problemas psicológicos subyacentes en el agresor, como una falta de empatía, dificultades en el manejo de la ira, o incluso la manifestación de trastornos de personalidad. Diversos estudios han asociado este tipo de comportamiento con un historial de violencia o abuso en la propia vida del agresor, sugiriendo que la agresión hacia seres vulnerables, como los animales, suele ser un desplazamiento de frustraciones o traumas no resueltos.

Solo en Colombia, son cientos los casos en que los ciudadanos son grabados pegándole a estas mascotas, lo que causa una fuerte indignación, ya que los caninos no entienden la razón de que alguien cercano a ellos o un desconocido los lastime, cuando ellas entregan su afecto y fidelidad ante cualquier momento de dificultad, agotamiento y tristeza.
Los psicólogos advierten que aquellos que maltratan a los animales tienen una mayor probabilidad de ejercer violencia contra personas. Este comportamiento puede ser un ensayo o una escalada de la agresión, donde el animal se convierte en la víctima más accesible. Además, la falta de remordimiento o culpa ante tales actos, unida a la repetición de los mismos, podría ser un rasgo de psicopatía. Por ello, es crucial que este tipo de agresiones se investiguen y se traten seriamente, no solo por el bienestar del animal, sino también como una medida preventiva para la seguridad y la salud pública.
¿Qué hacer si alguien le pega a un perro?
Si usted es testigo de un acto de agresión contra un perro, es fundamental actuar con prontitud y de manera responsable. Primero, documente la situación: grabe videos o tome fotografías que muestren claramente el maltrato, el agresor y cualquier detalle relevante del entorno. Si es posible, recopile información de testigos que puedan corroborar los hechos.




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Es importante que su seguridad personal no se vea comprometida durante este proceso. Así que mantenga una distancia prudente y evite confrontaciones directas con el agresor. Una vez que tenga la evidencia, denuncie el incidente ante las autoridades competentes. Esto puede incluir la policía local, la fiscalía o, en muchos casos, entidades de protección animal. Provea toda la información y pruebas recabadas para facilitar la investigación y el proceso legal.
¿Qué pasa si un perro agrede a una persona?
Un incidente en el que un perro agrede a una persona desencadena una serie de protocolos legales y de salud pública que varían según la gravedad del ataque y la legislación local. Inicialmente, se prioriza la atención médica de la persona agredida, mientras que las autoridades, como la policía o el control de animales, toman nota del suceso. La identificación del animal y de su propietario es crucial para determinar las responsabilidades.
En muchos casos, se evalúa si la agresión fue producto de una provocación, un accidente o un comportamiento reiterado y peligroso por parte del animal. Así que las consecuencias para el propietario del perro pueden ir desde sanciones económicas hasta imputaciones penales, especialmente si se demuestra negligencia en el control del animal o si este tiene un historial de agresiones. Adicionalmente, el canino podría ser sometido a un período de observación veterinaria para descartar enfermedades como la rabia, y en situaciones extremas, las autoridades podrían determinar la necesidad de medidas como la reeducación del animal, la restricción de su movilidad en espacios públicos o, en casos muy graves y bajo estrictos criterios legales, la eutanasia.
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