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En la mayoría de los hogares, la seguridad y la comodidad son prioridades fundamentales. Sin embargo, existe un peligro silencioso que podría estar afectando la salud de las personas en sus propias viviendas.
Se trata del radón, un gas radioactivo que se ha convertido en una preocupación creciente debido a sus impactos en la salud pulmonar y su relación con el cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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El radón es un gas inodoro e invisible, similar al monoxido de carbono que no es perceptible, lo que lo hace particularmente peligroso, ya que las personas pueden estar expuestas a él sin siquiera saberlo. Este gas es un subproducto natural de la descomposición de metales radiactivos presentes en las rocas y el suelo. Se infiltra en los hogares a través de grietas en el piso y los cimientos, lo que significa que nadie está exento de su posible presencia.
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Una de las consecuencias más alarmantes de la exposición al radón es su asociación con el cáncer de pulmón. En los Estados Unidos, el radón se ha convertido en la segunda causa principal de este tipo de cáncer, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de ese país. Cada año, miles de personas pierden la vida debido a sus efectos nocivos en la salud pulmonar.
Lo que hace que esta amenaza sea aún más insidiosa es que los síntomas pueden no manifestarse de inmediato. La exposición prolongada a altos niveles de partículas radiactivas liberadas por el radón puede desencadenar el desarrollo de cáncer de pulmón años después.
Cuándo debe hacer prueba de radón
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. menciona cuatro claves para saber cuándo es esencial hacer una prueba para medir los niveles de radón en su hogar.
- Si nunca ha hecho la prueba o simplemente no tiene información sobre los niveles de este gas radiactivo en su hogar.
- Si está a punto de comprar o vender una casa, la medición de los niveles de radón es lo ideal.
- Si ha tomado la decisión de renovar espacios en su vivienda.
- Si estás considerando habitar un espacio que antes no frecuentaba, por ejemplo un sótano en una habitación.
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Cómo reducir los niveles de radón
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere una serie de estrategias para reducir sus niveles y proteger la salud.
Una de las formas más habituales de abordar el radón es aumentar la ventilación del forjado, permitiendo que el aire fluya de manera más eficiente y disperse el gas. Además, la instalación de sistemas de evacuación mecánica del radón en sótanos o bajo pisos sólidos también se ha demostrado efectiva.
El sellado de pisos y paredes también juega un papel crucial en esta tarea, creando una barrera física que impide la entrada del gas en los espacios de vida. Asimismo, la mejora general de la ventilación en el edificio, especialmente en el contexto del ahorro energético, también es recomendada por la OMS. Esto no solo contribuye a reducir los niveles de radón, sino que también promueve un entorno más saludable en general.
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Para identificar si tiene radón en su casa, en ferreterías y tiendas online están disponibles kits para examinar los niveles de radón o también puede contratar a un profesional que examine su hogar.
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