
Las personas de Bogotá que han visitado el departamento de Santander y han tenido la oportunidad de probar el famoso esponjado, se traen la pregunta de dónde se puede comprar este producto en la ciudad capitalina y que conserve el mismo sabor, color y textura.

La capital colombiana cuenta con sitios afamados por sus tamales y por otros platos típicos de las regiones más importantes de la nación, convirtiéndola en todo un epicentro de la gastronomía, la cultura y la tradición.
Uno de los locales más reconocidos en Bogotá para conseguir los esponjados santandereanos está en la plaza de mercado de Codabas, en la localidad de Usaquén. Allí el único día en que no hay servicio es el lunes. Además, comercian otros productos como los bocadillos de Vélez y las panuchas de Málaga.
¿Qué es un esponjado santandereano?
El portal El toque colombiano menciona que los esponjados santandereanos son mucho más que un simple postre. Son una tradición culinaria arraigada en esa región, transmitida de generación en generación. Su suave textura y sabor los hacen perfectos para cualquier ocasión, desde un desayuno familiar hasta una celebración especial.
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Además de la receta tradicional, existen numerosas variaciones que incluyen el uso de diferentes frutas secas, chocolate o incluso queso. Esta diversidad ha permitido que se adapten a los gustos de cada paladar.




¿Cómo se hace el esponjado santandereano?
La base de este manjar está compuesta por harina, huevos, azúcar y mantequilla, a los que se les añade un toque especial con esencias como la vainilla y el anís.
Sin embargo, el ingrediente secreto que le confiere su textura esponjosa y su sabor inconfundible es la hoja de bijao —la misma que se usa para envolver los tamales— en la que se ponen los esponjados antes de cocinarlos al vapor. Esta planta aporta un aroma y un sabor característicos que lo distinguen de otros postres similares.
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