
Cuando un celular se cae al suelo, lo primero que uno revisa es si la pantalla se quebró. Ver grietas o rayones puede ser alarmante, pero no siempre significa que el daño sea grave.
De hecho, en muchos casos solo se rompe el vidrio exterior (llamado ‘glass’) y no la pantalla interna. Saber diferenciar entre uno y otro daño puede ayudarle a ahorrar mucho dinero y a tomar decisiones más acertadas sobre la reparación de su equipo.
(Vea también: Cómo se debe limpiar la pantalla del celular para no dañarla: atención con error muy común)
¿Qué es el ‘glass’ y qué función cumple?
El ‘glass’ es esa capa de vidrio que se ve y se toca al usar el celular. Aunque forma parte de la pantalla, su función principal es proteger los componentes internos del teléfono. Está hecho de un material especial, resistente a golpes y arañazos, pero no muestra imágenes ni detecta el tacto. Es decir, si se raja, pero el teléfono sigue funcionando normalmente, es probable que solo se haya roto esa parte superficial.
En celulares de gama media o antiguos, el ‘glas’s se puede cambiar por separado, lo que hace que la reparación sea más económica. Sin embargo, en algunos modelos modernos, el vidrio está completamente adherido al panel de visualización, por lo que es más complicado separarlos.
En cualquier caso, si el celular sigue respondiendo bien al tacto y la imagen se ve bien, lo más probable es que el daño sea solo estético.

¿Cómo saber si el daño es mayor?
Si después de la caída nota cosas como manchas oscuras, líneas que cruzan la pantalla, zonas que no prenden, o si el celular no responde bien al tacto, eso ya indica un problema más serio. También hay casos en los que la pantalla empieza a parpadear o el teléfono hace toques fantasmas (‘ghost touches’), donde parece que alguien más lo está usando sin que usted lo toque. Estos son signos claros de que la pantalla interna está dañada.
Cuando eso sucede, no basta con cambiar solo el vidrio: debe reemplazarse toda la pantalla, lo cual es más costoso y requiere ayuda técnica profesional. Usar un celular en mal estado puede empeorar el problema, ya que por las grietas puede entrar humedad o polvo, dañando aún más el equipo.




¿Qué hacer después de reparar la pantalla?
Ya sea que haya cambiado solo el vidrio o toda la pantalla, es importante cuidarla bien para evitar futuras caídas. Lo ideal es poner un protector de vidrio templado que absorba pequeños impactos y mantener el celular en una funda resistente.
Para la limpieza, los expertos recomiendan usar un paño de microfibra seco o ligeramente humedecido con una mezcla de agua destilada y alcohol isopropílico al 90 %. Nunca aplique el líquido directo al teléfono, hágalo sobre el paño. Tampoco use productos como acetona, lejía o limpia vidrios, ya que pueden dañar la pantalla y afectar su sensibilidad táctil.
Saber si se rompió solo el vidrio o toda la pantalla puede hacer una gran diferencia en el bolsillo. Antes de correr al técnico, revise cómo responde el celular: si todo funciona bien y solo hay grietas visibles, tal vez pueda esperar un poco o hacer una reparación más económica. Pero si ve fallos en el táctil o en la imagen, es hora de acudir a un servicio especializado.
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