El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
La historia de los pancakes ofrece una mirada profunda a la evolución gastronómica y cultural de numerosos pueblos. En Estados Unidos, estas tradicionales tortitas han recibido nombres diversos, como johnnycakes, cakes de alforfón o flapjacks, durante los siglos XVIII y XIX, preparados principalmente con trigo sarraceno o harina de maíz. “Pancake”, el término empleado actualmente, consolidó su uso en el siglo XIX y está asociado con la expansión de la cocina doméstica en la América anglosajona, según fuentes especializadas recogidas en investigaciones académicas.
El fenómeno del pancake no es exclusivo de Estados Unidos y puede encontrarse adaptado en diversas culturas. Europa presenta las crepas francesas, conocidas por su textura fina y su versatilidad en ingredientes tanto dulces como salados. En África oriental, específicamente en Etiopía y Eritrea, la tradicional injera destaca como parte fundamental de la dieta, elaborada a base de harina fermentada de teff, como lo señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su informe sobre panes planos tradicionales. En Colombia, esta preparación ha sido adoptada y reinterpretada, combinando sabores autóctonos como frutas tropicales, miel y mantequilla.
La receta básica del pancake implica una mezcla equilibrada de líquidos —como leche, huevos y, en ocasiones, vainilla— y secos como harina, polvo de hornear, azúcar y sal. Es habitual incorporar granos de elote licuados y mantequilla derretida, quienes realzan la suavidad y el carácter de la masa. La cocción se lleva a cabo en un sartén ligeramente engrasado y el momento de voltear el pancake se determina por la aparición de burbujas en la superficie, lo que da como resultado una textura dorada y aireada, según lo expone el trabajo académico de Amy McKee en la Universidad de California.
El pancake, entonces, es mucho más que un simple desayuno: constituye un ejemplo de globalización y un símbolo del intercambio de conocimiento culinario. La FAO resalta su importancia por haber contribuido a la seguridad alimentaria en contextos vulnerables, mientras que el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia subraya la relevancia del pancake para impulsar productos y prácticas rurales, establecer conexiones con ingredientes nativos y promover la innovación en la gastronomía local.




Los movimientos contemporáneos, que incluyen la introducción de ingredientes ancestrales como la quinua y el maíz morado o la tendencia de servir pancakes con frutas tropicales y smoothie bowls, reflejan la capacidad de adaptación y creatividad vigentes en la cocina moderna. Así, los pancakes no solo cuentan la historia de sus ingredientes sino que también abren la puerta a nuevas formas de experimentar y fortalecer la identidad alimentaria, invitando constantemente a la exploración y el diálogo entre tradición y vanguardia.
¿Cuál es la diferencia principal entre un pancake y una crepa?Esta pregunta surge debido a la similitud visual entre ambas preparaciones que se encuentran en distintas gastronomías del mundo. El artículo menciona que en Europa, especialmente en Francia, la crepa es una variante muy popular y flexible en cuanto a sus ingredientes y presentaciones.
La principal diferencia radica en su textura y grosor, así como en los ingredientes empleados: los pancakes tienden a ser más esponjosos y gruesos por el uso de harinas fermentadas o polvo de hornear en la mezcla. Por su parte, las crepas se preparan con una masa más líquida, sin fermentación, lo que les otorga una textura más fina y maleable, ideal para enrollar y rellenar tanto con ingredientes dulces como salados.
¿Por qué los pancakes han sido relevantes para la seguridad alimentaria?Este interrogante tiene relevancia porque, según lo expone la FAO, los alimentos similares a pancakes han jugado un papel importante en la dieta de comunidades vulnerables, garantizando la provisión de alimentos básicos de forma rápida y accesible en diversas regiones del mundo.
La razón se encuentra en la versatilidad de los ingredientes empleados, que pueden adaptarse a los recursos locales y a la disponibilidad estacional. Además, la facilidad y rapidez de preparación han permitido a comunidades enteras mantener una fuente energética constante, contribuyendo a la estabilidad alimentaria y a la integración de nuevos ingredientes históricos o locales en su dieta habitual.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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