Por: EL PILON SA

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Este artículo fue curado por pulzo   Ago 20, 2025 - 5:51 am
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El proyecto de construcción de la segunda calzada Valledupar-La Paz se ha consolidado como una de las iniciativas más relevantes dentro del programa nacional “Vías para la Conexión de Territorios, el Crecimiento Sostenible y la Reactivación 2.0”, dirigido a mejorar la infraestructura vial en Colombia. Su objetivo primordial radica en optimizar la conectividad en el departamento del Cesar, facilitando el tránsito entre dos de sus municipios más dinámicos y fortaleciendo el desarrollo económico regional. La inversión asignada, estipulada en 62.400 millones de pesos, fue contratada con la unión temporal VLP para ejecutar 6,6 kilómetros de doble calzada, oferciendo mejores condiciones de movilidad y potencial atractivo para los sectores empresariales y turísticos.

No obstante, la ejecución de la obra ha generado controversia debido a la ausencia del puente sobre el río Cesar, infraestructura esencial que no se incluyó en el contrato por limitaciones presupuestales. Esta situación ha sido señalada repetidamente por la veeduría ciudadana del Cesar, que advierte sobre el riesgo de que la obra quede incompleta, restando funcionalidad y eficiencia a la inversión realizada. El impacto de esta omisión podría traducirse en una conectividad fragmentada, mayores costos futuros y posibles inconvenientes para la seguridad vial, según lo expuesto por representantes de la comunidad y observadores técnicos.

Para abordar estas inquietudes, el Instituto Nacional de Vías (Invías) y la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) convocaron a una jornada de socialización para el 26 de agosto en Valledupar y La Paz. Según lo informado por el director de obra, el ingeniero Jhorvis Deluque Ariza, esta reunión busca mantener informada a la ciudadanía y a los veedores, resolviendo dudas y generando espacios de participación que contribuyan a la transparencia y al monitoreo responsable del proceso constructivo. La importancia de tales encuentros radica no solo en la rendición de cuentas, sino también en el fortalecimiento del control social como mecanismo para lograr obras más íntegras y con verdadero impacto local.

A nivel nacional, según el Ministerio de Transporte de Colombia, los proyectos de doble calzada han demostrado ser determinantes en la disminución de los tiempos de desplazamiento, reduciéndolos hasta en un 40%, así como en la baja de los costos logísticos, lo que repercute positivamente en la competitividad de regiones productivas. Sin embargo, los desafíos presupuestales y técnicos persisten, como se evidencia en la exclusión del puente sobre el río Cesar, una decisión que compromete la continuidad y utilidad del corredor vial.

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Análisis realizados por especialistas de la Universidad Nacional de Colombia subrayan que la integración de vías de alto tránsito demanda infraestructura complementaria capaz de evitar cuellos de botella y brindar seguridad, especialmente en zonas proclives a inundaciones y altas cargas vehiculares. En este sentido, la omisión del puente podría limitar el cumplimiento de los objetivos estratégicos del proyecto y encarecer su culminación en etapas futuras, un escenario que preocupa tanto al sector técnico como a las autoridades locales.

Desde una óptica socioeconómica, datos de Findeter revelan que infraestructuras bien planificadas han impulsado el turismo hasta en un 25% en territorios comparables, ampliando las alternativas de empleo y favoreciendo la diversificación económica. El éxito, sin embargo, depende de la integralidad de los proyectos, donde cada componente resulta fundamental para garantizar los beneficios previstos.

La transparencia y la vigilancia ciudadana impulsadas por los organizadores se alinean con las recomendaciones internacionales sugeridas por el Banco Mundial, que reconoce en estos mecanismos herramientas para minimizar la corrupción, elevar estándares de calidad y acelerar la entrega de obras públicas. De esta manera, la próxima socialización representa una oportunidad invaluable para alcanzar consensos, clarificar dudas y exigir un compromiso efectivo con la ejecución completa de la obra.

En síntesis, si bien la ampliación de la vía Valledupar-La Paz constituye un paso importante hacia el desarrollo regional, el proyecto se enfrenta a retos fundamentales. La resolución de estos, especialmente la incorporación del puente sobre el río Cesar, será determinante para asegurar la funcionalidad, seguridad y sostenibilidad de una infraestructura clave para el Cesar.

Preguntas frecuentes relacionadas

¿Por qué es tan relevante el puente sobre el río Cesar dentro del proyecto de la segunda calzada?

La relevancia del puente sobre el río Cesar radica en que constituye un eslabón estratégico dentro de la conectividad entre Valledupar y La Paz; sin él, la doble calzada pierde continuidad y funcionalidad, obligando a desvíos y restando sentido a la inversión realizada en el resto de la infraestructura. El puente no solo facilita el tránsito eficiente y seguro, sino que también reduce vulnerabilidades ante eventuales crecidas del río y garantiza tiempos de desplazamiento competitivos para sectores productivos y turísticos.

Además, la omisión del puente puede generar sobrecostos y demoras si se requiere ejecutar la obra en una fase posterior, provocando disrupciones para los usuarios y afectando la percepción pública sobre la gestión de los recursos. Por todo ello, la veeduría y expertos coinciden en que su ejecución debe ser prioritaria para que el proyecto cumpla verdaderamente con sus objetivos de conectividad y desarrollo.

¿Qué papel desempeña la veeduría ciudadana en el seguimiento de obras públicas como la vía Valledupar-La Paz?

La veeduría ciudadana es un mecanismo de control social que permite a la comunidad participar activamente en la vigilancia, transparencia y rendición de cuentas de los proyectos financiados con recursos públicos. En el caso de la vía Valledupar-La Paz, la veeduría liderada por ciudadanos y respaldada por organizaciones civiles, cumple la función de canalizar inquietudes, exigir explicación sobre los alcances contractuales y contribuir a la prevención de irregularidades.

De acuerdo con estándares internacionales y recomendaciones del Banco Mundial, el involucramiento de la sociedad en este tipo de procesos fomenta la cultura de la legalidad, promueve obras de mejor calidad y fortalece la confianza en las instituciones. El seguimiento proactivo y documentado de la veeduría ciudadana es visto como una garantía fundamental para el éxito y la legitimidad de los proyectos de infraestructura en Colombia.

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