El macabro caso ocurrió el cuatro de diciembre de 2016, cuando Rafael Uribe Noguera, un arquitecto de una prestigiosa familia de Bogotá, raptó, abusó y asesinó a Yuliana Samboní, una menor de 7 años que se encontraba frente a la puerta de su casa, en un barrio humilde de Chapinero.
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En primera instancia, fue condenado a 52 años de prisión. Sin embargo, la Fiscalía y la familia de la niña apelaron esa decisión y la condena aumentó a 58 años de prisión.
Desde 2018, el hombre fue llevado a la Cárcel de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar, conocida como ‘La tramacúa’. Es un penal donde están recluidos los más repudiados criminales del país, como el asesino serial y abusador Alfredo Garavito. Allí, Uribe Noguera sigue sacando provecho de un oficio para reducir su pena.
Qué hace Rafael Uribe Noguera en la cárcel Tramacúa
Como actividad ocupacional, Uribe Noguera se ha dedicado a la elaboración de planos, diseños y bocetos de arquitectura, explicó El Tiempo.
Gracias a ese trabajo, entre 2019 y 2022, de acuerdo con los registros del juzgado de ejecución de penas de Valledupar, ha logrado redimir 14 meses y 17 días de su condena.
La última rebaja que recibió fue aprobada el 12 de mayo de 2022, cuando le reconocieron 8 meses, 5 días y 12 horas.
Pese a esto, al hombre de 44 años le restan 50 para terminar de cumplir la condena que se le impuso por el crimen de la menor.
Cabe recordar que los hermanos de Uribe Noguera fueron absueltos por el presunto encubrimiento del crimen. Aunque inicialmente fueron señalados de esconder chats e información para evitar que él fuera a la cárcel, se concluyó que no había pruebas suficientes para culparlos.
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