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Este artículo fue curado por Diego Rey   Nov 13, 2025 - 4:37 pm
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Dos internos recluidos en la cárcel de Palogordo, ubicada en Girón, Santander, han mantenido una huelga de hambre extrema que ya completa una semana. Como forma radical de protesta, los reclusos se cosieron la boca, buscando presionar a las autoridades penitenciarias para lograr su traslado a centros de reclusión más cercanos a sus familias.

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La información fue confirmada por Hernando Mantilla, defensor de los derechos carcelarios en Santander. Según lo detalló Mantilla, los dos reclusos son específicamente del patio 4 y la razón de su protesta es su deseo de ser trasladados a lugares donde residen sus seres queridos, ya que actualmente se encuentran distantes de ellos.

“Son dos internos, específicamente del patio 4, eh, que están protestando por problemas de querer ser trasladados eh cerca de la familia donde viven. ¿Por qué ellos están en la cárcel de Palogordo si la familia está distante, está lejos?”, manifestó Mantilla en el medio NCI Noticias.

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Qué está pasando en la cárcel de Palogordo

La protesta se originó por la manera en que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) ejecutó los traslados. Mantilla señaló que el Inpec trasladó a estos internos violando las normas establecidas para dichos procedimientos:

“El Inpec los trasladó violando lo que dicen las normas con respecto de los traslados. La Corte Suprema de Justicia aclaró que los traslados deben hacerse por parte del Inpec con soportes ciertos de que verdaderamente existan motivos para el traslado. Hay que ver cómo llegaron ellos allá. Entonces, obviamente, tendrán la razón de pedir los traslados porque están lejos de las familias”.

A pesar de la forma extrema de la protesta, el director de la cárcel ha iniciado los documentos necesarios para solicitar los traslados. Sin embargo, existen requisitos que dificultan el proceso. Uno de ellos es que los internos deben haber permanecido más de un año en el centro, y Mantilla entiende que uno de los dos reclusos no cumple con este tiempo mínimo.

Además, las prisiones solicitadas por los reclusos que están en huelga, que según entiende Mantilla son las de Villavicencio y Barranquilla, deben tener cupo disponible y no enfrentar problemas de hacinamiento.

Preocupación por presos que se cosieron la boca

Debido a la naturaleza extrema de su manifestación, los internos permanecen bajo observación médica y vigilancia constante. Las autoridades han aplicado protocolos de seguridad y atención, e incluso están siendo hidratados por vía intravenosa mientras esperan la respuesta oficial de la Dirección Nacional del Inpec a su solicitud formal de traslado.

Hernando Mantilla criticó duramente la postura que sugiere reemplazar la interacción física con la tecnología, calificando de “absurdo” que se considere que el acercamiento familiar se puede lograr a través de una videollamada. “¿Qué se necesita más que un abrazo entre la familia? ¿Cómo lo va a hacer a través de un teléfono?”, cuestionó el defensor.

Organizaciones defensoras de derechos humanos han pedido que se garantice la salud de los reclusos y que se revisen urgentemente los procedimientos de traslado, en medio de la crítica situación que atraviesa el sistema carcelario del país.

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