La información la entrega la empresa Best Technologies S.A.S, encargados del soporte técnico del sistema de agendamiento que usa el Congreso, en un documento publicado por El Espectador.
En 2020, la Procuraduría le solicitó a la empresa buscar si el ganadero, asesinado en Brasil, aparecía en las bases de datos desde marzo y junio de ese año, pero no se encontró nada. Posteriormente, la entidad pidió buscar en información más antigua.
Así fue como se encontró que José Guillermo Hernández Aponte, conocido como el ‘Ñeñe’ Hernández, tenía una visita programada para mayo del 2016 agendada con el código y usuario de Álvaro Uribe Vélez, para entonces senador del Centro Democrático.
No obstante, el texto de la empresa indica que no hay registros de que el ‘Ñeñe’ Hernández ingresara al Capitolio utilizando los biométricos.
Al respecto, el expresidente le dijo al diario que él no tuvo nada que ver con ese agendamiento y que tampoco se reunió con el ganadero, al que señalan de presuntamente comprar votos en las elecciones de 2018.
“Nunca autoricé la entrada del señor Hernández al Congreso. Tampoco me reuní con él ni en el Congreso ni en ninguna parte. Nunca sostuve relación con él, más allá del saludo y fotos sociales en eventos masivos en los que saludé a centenares de compatriotas”, aseguró el exsenador.
Semana indica que el agendamiento de Hernández se hizo dos meses después de que Claudia ‘Caya’ Daza —que tenía una relación muy cercana con el ganadero— ingresara a trabajar con el expresidente Uribe y que fuentes, que la revista no menciona, dijeron que “muy seguramente ella hizo la autorización”.
De Daza se conocieron audios hablando con Hernández sobre la campaña del ahora presidente Iván Duque, grabaciones que la pusieron en el ojo de la opinión pública.
De hecho, hasta Uribe le hizo una advertencia, por lo que ella terminó renunciando.
Agendamiento del ‘Ñeñe’ Hernández para visitar el Congreso
La programación de la visita del ganadero al Capitolio se conoció en marzo de 2020, cuando el representante Fabián Díaz dio a conocer el agendamiento.
No obstante, en ese momento no se sabía quién la agendó. Fue cuando el congresista radicó una solicitud a la Procuraduría, para que la empresa de bases de datos entregara la información.
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