Las autoridades continúan tratando de localizar a los padres de Lyan Hortúa, el niño de 11 años que permaneció secuestrado durante 18 días tras ser raptado por un grupo armado en su residencia en el municipio de Jamundí, Valle del Cauca, y que finalmente fue liberado el miércoles 21 de mayo de 2025, según informó El Tiempo.
(Vea también: Destapan lista de peligrosos criminales envueltos en caso de Lyan Hortúa: nombres dan miedo).
Distintas fuentes cercanas al caso y la investigación adelantada por el citado portal han permitido reconstruir los principales acontecimientos de este delicado caso. El menor fue sacado por la fuerza de su hogar, lo que inicialmente se pensó que podría estar relacionado con el robo de una camioneta, sin embargo, las grabaciones de cámaras de seguridad evidenciaron la verdadera finalidad de los delincuentes: el secuestro del niño, que en ese momento se encontraba jugando en la casa.
Las primeras versiones en torno al caso sugerían posibles vínculos del padre biológico de Lyan, José Leonardo Hortúa, alias ‘Mascota’, con organizaciones criminales del Valle del Cauca. De hecho, este individuo había sido asesinado previamente y tenía historiales por crímenes relacionados con la banda ‘Los Rastrojos’, pero los avances investigativos desestimaron la hipótesis de una supuesta “alianza mafiosa” como causa del secuestro, de acuerdo con el periódico.
La familia recibió pruebas de supervivencia de Lyan, incluyendo audios y fotografías enviadas desde el teléfono de la madre del menor, el cual fue sustraído por los captores. En varias oportunidades, el propio niño se identificó en las grabaciones, confirmando la fecha y su estado, según el impreso.
“Mi nombre es Lyan Hortúa. Hoy es 4 de mayo y son las 4 de la tarde. Estoy retenido“, según se escucha en los audios revelados por el citado medio.
Cómo fue la negociación para la liberación del niño Lyan Hortúa
Al inicio, los secuestradores solicitaron la suma de 3 mil millones de pesos como rescate, aunque personas cercanas a la familia manifestaron que no podían reunir ese dinero y ofrecieron vender bienes para lograr la liberación. Con el paso de los días y a través de negociaciones en las que participaron allegados y una junta de acción comunal de un municipio cercano, el monto habría sido reducido hasta llegar a un acuerdo cercano a los 300 millones de pesos, aunque dicha cifra no ha sido confirmada oficialmente.
Precisamente, en el proceso de su liberación participó Jesús Antonio Cuadros, primo del padrastro de Lyan, quien habría tenido contacto con los delincuentes y fue el que gestionó la entrega del menor junto con la Defensoría del Pueblo. Sin embargo, esta historia dio un giro drástico con el asesinato de este hombre un día después de la liberación, lo que destapó oscuros detalles sobre las relaciones de la familia del menor.
De hecho, en el citado rotativo se publicó una foto inédita de Cuadros junto a Lyan Hortúa, justo minutos después que lo liberaron las disidencias de las Farc. En la imagen se ve al menor sentado en la parte atrás de un carro y vestido con una camisa roja, al mismo tiempo que este hombre sonrie en la fotografía.
Esta es la foto que publicó El Tiempo
Por ahora, la madre del menor, Angie Bonilla, tomó la decisión de poner privada su cuenta de Instagram, en la que mostraba viajes, excentricidades y una vida llena de lujos, por lo que las autoridades están determinando si hay pruebas que permitan abrirle un proceso de investigación que pueda determinar si el secuestro iba para ella o para su pareja sentimental.
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