Alrededor del mundo, miles de familias han tomado la decisión de manejar la educación de sus hijos en casa, desde hace décadas. Algunas de las razones para tomar esta alternativa son para fortalecer ciertos valores o creencias particulares, por necesidades especiales en los niños o por ser hogares que constantemente están viajando y mudándose.
Hace algunos años, los papás instalaban la escuela en casa “para que los profesores no les impusieran creencias incorrectas”, especialmente en el ámbito religioso.
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Sin embargo, la vida va evolucionando y, asimismo, las prioridades de los hogares, por lo que en la actualidad los motivos más fuertes suelen estar relacionados con sus bases de estilo de vida, como vivir viajando.
‘Homeschooling’ en Colombia
Según la Red Colombiana de Educación en Familia, actualmente hay alrededor de 8.000 casos entre niños y adolescentes que se forman en sus hogares, por lo que no es una tendencia menor en Colombia.
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Esta entidad define al ‘homeschooling’ como un estilo de vida en el que las familias eligen evitar la intermediación de una institución en la educación de sus hijos, así que uno o los dos padres asumen esta tarea con el fin de potenciar las habilidades de sus hijos.
En nuestro país no existe una regulación específica para quienes estudian por fuera del sistema escolar, sin embargo, la ley sí les permite a los padres optar por esta alternativa y brinda las herramientas para poder validar el proceso educativo con evaluaciones virtuales o presenciales.
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Además del derecho de la educación, la Constitución da a los padres de familia el “derecho de escoger el tipo de educación para sus hijos menores”, lo que incluye la opción de encargarse ellos mismos.
¿Cómo validar el ‘homeschooling’?
El Decreto 2832 de 2005 le permite a los estudiantes hacer la validación de sus conocimientos por cada grado, de diferentes formas.
Todas las instituciones educativas que cumplan con los requisitos legales para funcionar podrán realizar gratuitamente esta validación con evaluaciones o actividades académicas. De esta forma, los niños y jóvenes podrán tener una certificación grado a grado de sus estudios.
La otra opción, para quienes no quieren hacer este proceso por cada curso, es presentando las pruebas Saber que se aplican para los grados tercero, quinto y noveno, con la que se podrá evaluar sus conocimientos en lenguaje, matemáticas, ciencias naturales y competencias ciudadanas.
Por último, cualquier mayor de 18 años puede presentar las pruebas de Estado (Saber 11) y, luego de ser aprobadas, esta entidad podrá expedir el acta de grado y el diploma de bachiller. Esta es la opción más sencilla y suele ser la más elegida, ya que muchos padres que aplican el ‘homeschooling’ consideran que un menor de edad no tiene la suficiente madurez para elegir una carrera profesional.
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