
El futuro político de Venezuela parece tener una carta oculta en los altos despachos de la Casa Blanca. Aunque aún no existe un plan oficial, se rumora que el gobierno de Donald Trump estaría evaluando distintas posibilidades de intervención militar en el país sudamericano, con el propósito de remover a Nicolás Maduro del poder.
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Las opciones consideradas —que van desde operativos militares limitados hasta ataques selectivos a infraestructuras asociadas con el narcotráfico— buscan acorralar a Maduro y ejercer presión política directa, según reveló hace algunas semanas Luis Quiñónez, veterano de Vietnam cercano a Trump, según recogió El Tiempo.
“Si dura 48 horas, es demasiado; posiblemente en 18 horas se acabe la fiesta”, afirmó el estadounidense que nació en Guatemala sobre las intenciones del gobierno de Trump.




De acuerdo con Quiñónez, se estaría descartando una ofensiva masiva y dentro de la baraja estaría un grupo de extracción, para ello se contaría con la complicidad de militares venezolanos que estarían “hartos de ver ese cáncer que se llama Maduro y la red criminal que lo rodea”.
Por otra parte, Andrés Oppenheimer, destacado columnista del Miami Herald, indicó que también se estaría contemplando “un ataque aéreo contra un objetivo venezolano, similar al reciente ataque estadounidense a la planta nuclear en Irán”, de acuerdo con el rotativo.
¿Qué dijo Donald Trump sobre una posible intervención militar en Venezuela?
En varias entrevistas con medios estadounidenses, Trump advirtió que una escalada militar sigue sobre la mesa, al calificar la situación venezolana como “inaceptable por el envío de pandilleros, narcotraficantes y drogas” hacia EE. UU.
“Ya veremos qué pasa…”, indicó el mandatario estadounidense en unas declaraciones el pasado domingo 14 de septiembre luego de ser interrogado sobre un posible ataque directo al régimen de Nicolás Maduro.
En ese contexto, la creación de un frente militar en el Caribe se contempla como una de las alternativas, junto con la incitación a fracturas internas en las fuerzas armadas venezolanas, lo que podría debilitar el control del régimen de Maduro.
Analistas internacionales sostienen que estas tácticas están más enfocadas en intimidar al gobierno venezolano y aumentar la presión diplomática, que en organizar una invasión convencional, la cual sería difícil de ejecutar debido a las condiciones geográficas y la resistencia militar que se anticipa por parte de Venezuela.
Por ahora, estas ideas permanecen en el terreno de la planificación estratégica, sin que se haya tomado una decisión definitiva. En paralelo, la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países continúa intensificándose, lo cual refuerza el uso de la fuerza como herramienta de disuasión política.
A pesar de múltiples declaraciones y especulaciones sobre una posible intervención, hasta septiembre de 2025 no se ha informado públicamente sobre ninguna operación militar de gran escala. Así, el escenario venezolano sigue sumido en la incertidumbre, dependiendo en gran parte de las decisiones políticas de Trump y la respuesta del gobierno de Maduro.
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