
De cara a cifras al alza en el cultivo ilícito de coca, la reciente descertificación de Colombia por parte de Estados Unidos ha creado tensiones y debates sobre las políticas antidrogas vigentes en el país suramericano. Sin embargo, la cooperación bilateral en áreas de seguridad y asistencia humanitaria parece seguir en pié.
El encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, aseguró en una reciente entrevista con Blu Radio que a pesar de la alta cifra de cultivos ilegales en el país, la ayuda estadounidense se mantendrá al 100 %. Según McNamara, la decisión de descertificar a Colombia se basó en “los niveles récord de cultivo de coca, los niveles récord de la producción de cocaína y el nivel muy bajo en términos de la erradicación”.
El informe anual de los Estados Unidos ubica a Colombia entre los 23 países productores y de tránsito de drogas principales, lo que ha incidido en su reciente descertificación. Sin embargo, McNamara recuerda que Colombia está en la “línea de frente” de la lucha contra el narcotráfico, destacando que esta batalla es ‘extremadamente compleja’, y por ello el compromiso de los Estados Unidos con Colombia prevalece.
El diferendo político producido tras la descertificación de Colombia, también ha girado en torno a las declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre la ‘dependencia militar de EE. UU.’. Aunque no hizo comentarios al respecto, McNamara sí enfatizó que no habrá cambios en los servicios consulares, visas y acuerdos de defensa.




“Nada cambió, repito, nada. Mientras que tengamos la colaboración entre los dos países, nuestro gobierno no tiene ningún interés en alterar esos asuntos”, afirmó.
A menudo las repercusiones del narcotráfico se ven solo desde un punto de vista del control y seguridad, pero McNamara también señaló cómo este fenómeno acarrea severos daños sociales y medioambientales. Puntualizó que cada año, alrededor de 70 millones de galones de combustibles y químicos tóxicos contaminan los suelos colombianos por el procesamiento de cocaína.
En este contexto tenso, pero cargado de perseverancia, se podría describir el actual lazo entre Colombia y los Estados Unidos, donde las tensiones existen pero, según McNamara, se ven como oportunidades para reflexionar y fortalecer la cooperación mutua.
Uno de los puntos más sensibles fue la referencia que hizo Washington a la política antidrogas del Gobierno del presidente Gustavo Petro: “La lucha contra el narcotráfico es complicada, súper complicada. Entendemos que Colombia está en la línea de frente de esa lucha y por eso nuestro compromiso es total”.
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