Debido a la crisis generada en las últimas dos semanas por la inconformidad de los colombianos con la reforma tributaria que ya fue retirada por el Gobierno de Iván Duque, Mario Hernández cambió de parecer y piensa que ya no es tan buena idea presentar una Reforma Tributaria modificada.

Para el empresario, según le dijo a Portafolio, el problema de la reforma tributaria es que se presentó en un momento muy difícil para el país debido a la crisis causada por el COVID-19.

Hernández le dijo a Pulzo a principios de abril que, además de la reforma, el gobierno debería trabajar paralelamente un plan de austeridad para salir de la crisis, que incluiría ahorros estatales hasta por 18 billones de pesos, pero que para ello tendría que haber una buena gestión, como si se tratara de una empresa.

Las 3 fuentes de ingresos qué propone ahora Mario Hernández

El empresario señala que el Gobierno debe enfocar sus esfuerzos en buscar fuentes de financiamiento que no impliquen meterle la mano al bolsillo a la clase trabajadora de Colombia.

Con las siguientes tres ideas, dice el empresario, el Gobierno de Iván Duque podría recoger entre 90 y 100 billones de pesos (millones de millones):

  • Vender el 10% de Ecopetrol
  • Vender las acciones que tiene el sector público en ISA
  • Vender todos los bienes expropiados a la mafia y que están ahí disponibles. Esto fácilmente puede generar 90 o 100 billones de pesos, cuatro veces más de lo que se esperaba recaudar con la reforma tributaria que se cayó, y que pretendía recolectar 25,4 billones de pesos.

Hay que recordar que de los 25,4 billones que el Gobierno pretendía recaudar a través de la reforma tributaria, 10 billones de pesos provendrían del IVA que se les aplicaría a los combustibles y a los productos de la canasta básica, una clara afrenta a la clase media colombiana, como recogió en su momento el diario La República.

Avanza el paro nacional, pese a desmonte de reforma tributaria

Miles de personas permanecen en las calles de Colombia este lunes 10 de mayo, pues hay otros temas en la agenda que impiden que la gente vuelva a sus casas, como el descontento de los camioneros independientes del país y el rechazo a una posible reforma a la salud.

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El paro nacional ya completa dos semanas, que ha dejado más de una treintena de muertos y cientos de heridos.

“Duele (…) la negligencia de un gobierno que está sordo, que prefiere enviar fuerza pública, en vez de ayudar [a la gente], prefieren ayudar a los bancos, a las grandes empresas”, dijo el estudiante Héctor Cuinemi (19 años) en Bogotá.

Bajo la lupa de la comunidad internacional, que denunció excesos de la fuerza pública en la represión de las manifestaciones, estudiantes, sindicatos, indígenas y otros sectores siguen en las calles de las principales ciudades con marchas, algunas pacíficas y otras no, como las que se han presentado en Cali y Jamundí, Valle del Cauca.