El proyecto que impulsa el Gobierno de Gustavo Petro contempla grandes cambios en materia de formalización y otros elementos clave para millones de trabajadores. Las modificaciones más polémicas, sin duda alguna, son las que tocan el pago de horas extra, recargos nocturnos y recargos dominicales porque elevarían el costo de las nóminas.

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Este 17 de mayo se anunció que los recargos nocturnos deberán ser pagados desde las 7:00 p. m. y no desde las 6:00 p. m., como lo proponía el Ministerio de Trabajo. La decisión se tomó para que la reforma laboral no tenga un trámite tan complejo en el Congreso de la República, ya que ese punto provocaba desazón entre los empresarios.

Incluso con ese cambio, los cuestionamientos al proyecto continúan. El centro comercial Salitre Plaza dijo a La República que varios artículos de la iniciativa pueden traer consecuencias al sector y afectar gravemente la creación de empleo.

Patricia Urrea, gerente general de ese centro comercial ubicado en el occidente de Bogotá, comentó en el rotativo que lo ideal es que la jornada nocturna inicie a las 8:00 p. m., ya que en el caso de su sector las horas de la noche es cuando hay más movimiento.

“20 % de nuestros visitantes y potenciales compradores ingresan al centro comercial entre las 6:00 p. m. y las 10:00 p. m., como sucede en nuestro sector a nivel internacional, y esta disposición generará incrementos en la operación de los comerciantes”, afirmó en el citado medio.

De acuerdo con Urrea, cada marca tendrá que adaptarse a los nuevos lineamientos. Y partiendo de que muchas pueden estar en complejos momentos económicos luego de la pandemia, podrían verse obligadas a  trasladar el valor adicional al precio final del producto que venden.

Problema para centros comerciales por reforma laboral

La directiva también explicó que el artículo que modifica el funcionamiento de las horas extras podría llevar a muchas empresas a contratar más personal, incluso si no tienen los recursos.

La idea del Gobierno es que las empresas con más de 50 empleados, que laboren la jornada máxima semanal, tendrán dos horas semanales dentro del horario laboral, remuneradas para actividades de recreación, capacitación o culturales.

La vocera indicó que la obligatoriedad los afecta, ya que las marcas tendrían que contratar una persona adicional por cada 24 empleados actuales, “en casos como un ancla requeriría al menos ocho personas con un sobrecosto aproximado de 15 millones de pesos mensuales, para no presentar interrupciones en la jornada laboral”.

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Sobre las horas extras —o trabajo suplementario según la reforma laboral—, el texto también establece que en ningún caso las extras (diurnas o nocturnas) podrán exceder las dos horas diarias y doce semanales.

Urrea señaló que ese lineamiento afecta la autonomía de las empresas, ya que cada marca debería ser libre de crear sus estrategias comerciales. Según ella, de ser aprobada, se tendrían que tomar radicales medidas; entre ellas, “contratar más personal, reducir su nómina, ajustar los costos operacionales, sus horarios de ventas o sumar costos al precio del producto, lo que afectaría al consumidor final”.