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Este artículo fue curado por pulzo   Nov 12, 2025 - 12:51 pm
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El duelo es una experiencia que atraviesa a toda persona que vive una pérdida relevante, ya sea la muerte de un ser querido, la ruptura de una relación afectiva, la pérdida de empleo o transformaciones profundas en la vida. Según especialistas en salud mental entrevistados por 90 Minutos, este proceso varía considerablemente entre individuos; puede durar semanas, meses e incluso años, dependiendo de las circunstancias y del objeto o la persona perdida. Además de tristeza, el duelo implica un amplio rango de respuestas emocionales, físicas, cognitivas y conductuales que buscan ayudar a la adaptación ante la nueva realidad surgida tras la pérdida.

Estefanía Montoya, psicóloga experta en el acompañamiento de personas que transitan el duelo, aclara que este proceso no constituye una enfermedad ni debe verse como una patología; más bien, es una reacción esperada, aunque dolorosa, ante la pérdida. Montoya destaca que la expresión de emociones como tristeza, vacío o irritabilidad es parte fundamental del proceso de adaptación, e insiste en la importancia de no minimizar ni acelerar el duelo de quienes lo padecen. Frases como “míralo por el lado bueno” o “no llores más” no ayudan, pues cada persona necesita su propio ritmo para reconstruir sentido y retomar la vida con nuevas perspectivas.

El abordaje del duelo implica reconocer diversas etapas, comúnmente descritas como: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. No obstante, estas fases pueden manifestarse en distinto orden, con diferente intensidad e incluso alguna puede no experimentarse. Reconocer señales como alteraciones del sueño, ansiedad, cambios en el apetito o dificultades para continuar con la cotidianidad es clave para buscar apoyo y evitar agravamiento de síntomas hacia cuadros de depresión profunda o aislamiento social. Especialistas enfatizan que el acompañamiento empático, tanto profesional como familiar, es esencial durante este trayecto.

El marco en el que surge el duelo es diverso: puede experimentarse en el hogar, en el trabajo, en espacios educativos e incluso dentro de entornos terapéuticos. Montoya hace énfasis en desmitificar la creencia de que el duelo debe superarse rápidamente o que existe una receta para transitarlo. Contrario a esa visión simplificada, el duelo señala un proceso complejo y único, que implica dolor, reflexión, paciencia y el desarrollo gradual de nuevas formas de enfrentar la realidad tras la pérdida.

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Abordar el duelo exige una combinación de estrategias, que van desde la expresión libre de emociones, el acompañamiento social de familiares o amigos, hasta la orientación profesional con psicólogos o tanatólogos. En casos de mayores dificultades, pueden requerirse terapias específicas como ejercicios de recuerdo o diálogo imaginario. La edad, el contexto cultural y el tipo de pérdida también influirán en cómo cada individuo enfrenta el proceso. Finalmente, la clave es reconocer que el duelo es natural y humano, y que acompañarlo con respeto y empatía contribuye a que la persona reconstruya su vida y, eventualmente, halle sentido tras la pérdida.

¿Cómo diferenciar el duelo normal de un duelo complicado?

Esta pregunta resulta esencial para quienes atraviesan el proceso de duelo o acompañan a alguien en esa situación. Reconocer la diferencia permite saber cuándo es necesario buscar ayuda profesional especializada y evitar el desarrollo de problemas más severos de salud mental.

El duelo normal, según lo mencionado por especialistas en el artículo, incluye dolor, tristeza, momentos de enojo o confusión, pero con el tiempo la persona logra adaptarse y continuar su vida. Por el contrario, en el duelo complicado, los síntomas como el aislamiento, la desesperanza, la depresión profunda o la incapacidad de retomar rutinas persisten y pueden agravarse. Identificar estas señales a tiempo es fundamental para intervenir e impedir que la pérdida afecte de manera crónica el bienestar psicológico y emocional del individuo.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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