“Empoderadas, entaconadas y sin miedo”. Tres activistas LGBTQI, cuerpos disidentes –como prefieren llamarse- se tomaron una abarrotada Plaza de Bolívar (Bogotá) el pasado 28 de abril en el primer día del paro nacional, en medio de la euforia de un público que, aunque no las esperaba, aclamó la osadía con que bailaron frente al Esmad y se unieron a la protesta.

“Sientes el poder en tus venas. En cualquier momento sentía que podía reconstruir el país con un paso”, le dijo a Pulzo ‘Axid Abismal’, una de las bailarinas, aún agitada tras la breve intervención frente al Palacio de Justicia.

“Tenemos que salir, expresarnos con arte, amor y empatía para cambiar el rumbo de esta nación”, complementó ‘Nova Ebony’, otra de las protagonistas del video, que recordamos a continuación:

Muchos ya sabían de ellas, las vieron danzar a ritmo de guaracha en el video viral que protagonizaron con ‘shorts’ y ombligueras en Transmilenio, pero ¿quiénes son y qué significa el baile ‘vogue’ por el que se han hecho tan populares?

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‘Axid Abismal’, ‘Nova Ebony’ y ‘Piisciiss’ se describen en Instagram, donde sus cuentas oscilan entre los 10.000 y 38.000 seguidores, como activistas LGBTQI y como ‘no binarios’ o ‘queer’, es decir, que no se perciben como hombre o como mujer, y pueden identificarse con un tercer género o ninguno.

‘Axid’ y ‘Nova’ hacen parte de la ‘Casa Ebony’, una especie de fraternidad o hermandad, en la que comparten y se apoyan como comunidad.

 

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En las casas “nos asumimos como una pandilla queer. Asumimos espacios y llegamos a lugares que tal vez son reprimidos y segregados para los maricones”, menciona ‘Demonia Támara’, madre (líder) de ‘House of yeguazas’, y menciona otras casas reconocidas de la escena ‘voguing’ y ‘ballroom’ en Colombia, como ‘Abismal’, ‘Olimpus’, ‘Cobras’ y ‘Tupamaras’, siendo esta última una de las pioneras en el país.

 

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¿Qué es el ‘vogue’ y cuál es el origen de este baile?

El ‘voguing’ o ‘vogue’ es “una forma de baile que se inspira en las poses de las revistas de moda, los jeroglíficos y las artes marciales”, dice Vis-à-Vis, y explica que esta expresión artística hace parte de la “subcultura ballroom”, nacida en los años 20 en el barrio neoyorquino de Harlem “como una escena queer”, y que se hizo popular durante los 80 “como espacio de articulación de presencia gay y transexual entre los afrodescendientes y latinos de Nueva York”.

Según la revista Vogue, de cuyo nombre se deriva la mencionada danza, el ‘voguing’ surge entre las décadas de los 60 y 80 a partir de “las competiciones drag” de la ciudad de Nueva York, donde “los concursantes trans, gay y queer competían por el trofeo y defendían la reputación de sus ‘casas’ en distintas categorías”.

El documental ‘Paris is burning’ (1990), así como el ‘reality’ ‘RuPaul’s Drag Race’ (2009) y la serie ‘Pose’ (2018) hacen parte de las referencias más conocidas respecto a esta danza, su historia y su contexto social, político y cultural.

“Esto es un baile de protesta. Nace de reivindicar cuerpos disidentes, cuerpos al margen de este sistema binario masculino y femenino. Es un baile que nos permite movernos, ser muy maricas, muy plumas, muy arrebatadas o alocadas”, señala ‘Demonia Támara’.

En cuanto a las llamadas ‘casas’, explica Vogue que en ellas las madres o padres ofrecen “una familia en la comunidad para” aquellas personas que son “socialmente marginados por razones de género, sexualidad y/o raza”, situación que ‘Pose’ ilustra desde su primer capítulo con un joven gay, Damon, que es expulsado de su hogar y encuentra refugio en la ‘Casa de Blanca Rodriguez-Evangelista’.

A continuación, el tráiler de esta serie, cuyas 2 primeras temporadas se pueden ver en Netflix:

‘Demonia’ aclara que, aunque “los tiempos ya no son como antes” y hoy hay más aceptación para la comunidad LGBTQI, siguen existiendo las casas, espacios donde “nos organizamos, nos damos apoyo, nos ayudamos a vestir, y nos enseñamos a bailar y a maquillarnos entre todas”.

“Queremos que la gente se dé cuenta de que el arte es político, de que el cuerpo es político, de que los cuerpos disidentes, como los trans y no binarios, son políticos. Somos una lucha y estamos aquí, queremos que nos vean”, enfatiza ‘Amapola Yeguaza’, bailarina y activista ‘queer’, sobre el objetivo del movimiento artístico en torno al ‘voguing’ y la subcultura ‘ballroom’.