Es una de las recetas más populares de la gastronomía italiana, y su primera aparición se dio en el siglo XII. La palabra spaghetti significa cordón y es la sustitución de otros nombres de platos italianos como el maccaroni y vermicelli. Cabe mencionar que los espaghetis en un principio se servían únicamente con aceite de oliva, queso y pimienta. Sin embargo, sería en el siglo XVIII que la pasta comenzaría a consumirse con salsa de tomate, receta consignada en el libro ‘Cucina teorico pratica’ de Ippolito Cavalcanti en 1837.

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Este plato se elabora con harina de grano duro y agua. Su forma es delgada y tienen un largo de 30 centímetros aproximadamente. La clave para cocinarlo es que su consistencia esté al ‘dente’, para hacerlo resistente a la hora de consumirlo. Puede mezclarse con cualquier tipo de salsas y la magia de su sabor está en la fusión de los ingredientes que se desprendan de estas.

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Preparación

En una sartén caliente agrega la mantequilla y acitrona la cebolla y el ajo.

Añade la pasta de tomate, mezcla y añade la crema de leche. Incorpora todo muy bien a fuego medio bajo hasta que rompa el hervor.

Salpimienta y agrega el agua con la que cociste la pasta. Espera a que se espese para añadir el queso parmesano y la pasta al dente. Baña muy bien con la salsa y sirve.

Agrega queso ricotta para que le de un toque delicioso con un chorrito de aceite de oliva y albahaca.