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En Colombia, la integración de la tecnología en la educación enfrenta un nuevo desafío: no solo acercar a los estudiantes a los medios digitales, sino principalmente formar a los maestros para que se conviertan en creadores de contenido pedagógico innovador, relevante y transformador. Según lo documentado por numerosas iniciativas educativas, el foco ya no radica solamente en el acceso a dispositivos, sino en la capacitación profunda de los docentes para que estos sean productores –y no solo transmisores– de conocimiento digital.
Durante los últimos años, el país ha registrado avances significativos en este campo. El programa Computadores para Educar ha logrado preparar a más de 8.000 maestros en competencias tecnológicas, mientras que la Ruta STEM, impulsada por el Ministerio de Educación, ha llegado a más de 41.000 docentes, y la estrategia Coding for Kids ha formado a 19.000 profesores en programación básica. Estos esfuerzos reflejan una apuesta decidida por fortalecer las capacidades del cuerpo docente en áreas tradicionalmente ausentes en su formación, centrándose especialmente en regiones vulnerables, donde la brecha tecnológica suele ser más profunda.
Sin embargo, la capacitación en tecnología requiere algo más que familiaridad con aplicaciones o herramientas digitales. Como describen los promotores de estas iniciativas, el verdadero progreso aparece cuando los maestros son habilitados para idear secuencias didácticas con metodologías activas, seleccionar críticamente contenidos digitales y desarrollar recursos propios como podcasts, videos, blogs o materiales interactivos. El objetivo es claro: que el maestro se apropie de la tecnología y la utilice para enriquecer la experiencia educativa desde el diseño y no únicamente como un instrumento auxiliar.
Este enfoque se refleja en proyectos universitarios como las rutas de formación digital de la Universidad Javeriana, o en laboratorios educativos como EdukLAB –en alianza con Computadores para Educar–, así como en propuestas más recientes y disruptivas, como el programa Docentes con liderazgo digital - Aprende en TikTok. Todas estas experiencias demuestran que el ecosistema educativo puede adaptarse y prosperar cuando centra sus esfuerzos en lo pedagógico y otorga protagonismo al docente.
El impacto ya es visible: cada vez más maestros resignifican el uso de la tecnología en sus clases, mediante la aplicación de estrategias como la gamificación –que introduce elementos lúdicos para motivar el aprendizaje–, el pensamiento computacional, el modelo de aula invertida y el uso de plataformas digitales como Canva, Genially, Kahoot e incluso inteligencia artificial. Estos docentes inspiran a sus estudiantes desde la innovación, marcando una diferencia tangible en su proceso de aprendizaje.
Pese a estos logros, permanecen grandes retos. Muchos docentes, especialmente en zonas rurales, todavía no acceden a capacitación continua y requieren acompañamiento más cercano. Además, aún es necesario que los programas formativos prioricen la producción de contenido digital como una habilidad esencial y no como un aspecto secundario.
La clave, entonces, reside no tanto en el aumento indiscriminado de cursos, sino en la creación de rutas de formación integrales, flexibles y ajustadas a la diversidad de contextos nacionales. Se trata de diseñar procesos que acompañen al docente desde el aula y refuercen su capacidad de ser creador de experiencias de aprendizaje, promoviendo así autonomías y equidad en la educación. Al formar a los formadores digitales, el sistema educativo colombiano no solo eleva los estándares de calidad, sino que sienta las bases para que las futuras generaciones aprendan a ser también creadoras, no solo consumidoras, de conocimiento.
¿Qué es la gamificación y por qué es relevante en la educación digital?
La gamificación es el uso de elementos propios de los juegos, como puntos, niveles, retos o recompensas, con el fin de incentivar la participación y el aprendizaje en contextos no lúdicos, como el aula. En Colombia, varios docentes han implementado este enfoque para motivar a los estudiantes y hacer de la experiencia educativa un proceso más interactivo y efectivo.
Este concepto ha cobrado relevancia dentro de la formación docente digital ya que, al incorporar dinámicas lúdicas en sus clases, los maestros logran captar mejor la atención de sus estudiantes, fomentar la solución creativa de problemas y fortalecer competencias transversales, demostrando que la tecnología puede ser un medio potente para transformar la pedagogía tradicional en nuevas formas de aprendizaje activas e inclusivas.
@olayafelipe
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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